• Arashi Keizou •

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Capítulo II

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Pasaban las 1 de la madrugada cuando escuchó el timbre de la entrada principal.
Ella corrió y abrió la puerta sin dudar de que sería su amado.
Pero no venía solo.
Wakasa y Senju traían el cuerpo aturdido de Benkei a rastras, a estás alturas toda la pandilla estaba golpeada y debilitada.

Era innecesario mencionar que habían perdido la guerra.

No había mucho que hacer con Keizou.
(...) se encargó de dejarlo en cama, con un nuevo cambio de ropa y las heridas limpias.
Ahora quería explicaciones.

— Senju, dulzura. ¿Estás bien? —
(...) se agachó para quedar a su misma estatura y la abrazó rodeando sus hombros.
Su niña consentida también había salido herida en combate.
Con una toalla húmeda en agua tibia, le limpio el rostro. Poco a poco iban apareciendo los moretones por sus mejillas y frente.

— Estoy bien, (...).—
Respondió desanimada dejándose atender por ella. Ya la veía como una hermana mayor y tenía toda su confianza.
Senju apretó la chaqueta de (...) cuando las lágrimas de impotencia corrían por sus ojos.
— No pude hacer nada. . .  No pude proteger a nadie.—

— Ya, ya. Hiciste todo lo que pudiste y eso es lo importante.—
Le limpió las lágrimas con el dedo pulgar y dió un suave beso a su frente.
No quería que su princesa Senju tuviera ese peso sobre sus hombros, un peso que no le correspondía a esta edad.
— ¿Sabes que te hará sentir mejor? —

— ¡Chocolate caliente! —
Exclamó cambiando rotundamente su estado de ánimo. Siempre lo ha dicho y establecido, nadie hace un mejor chocolate caliente que (...).
Ni Sanzu, ni Takeomi.

— Ve a cuidar a Benkei, necesito hablar con Wakasa y te llevaré tu taza, ¿Te parece bien? —
La convenció de que los dejara solos unos momentos y la menor se fué de la sala.
— Ahora dime, ¿Qué pasó? —

— Perdimos, (...), punto final.—
Junto a su mirada apagada, lo había dicho todo.
Wakasa tomo la toalla húmeda en sus manos para limpiar los restos de sangre seca que tenía por la nariz y boca.
— Sólo puedo decirte que Benkei peleó hasta el final.—

— Ya lo creo.—
Llevó una mano a su frente, angustiada. Sabía que nada de esto iba a salir bien.
Es como si estuviese lidiando con niños y adolescentes rebeldes.
Nada que decir al recordar las actitudes de Shinichiro hace unos años.
—  Déjame ver eso.—
Con rapidez, atrapó el rostro de Wakasa con una de sus manos y le ayudó a limpiar los restos de suciedad y sangre.

— ¡Ugh! Con cuidado. . . —
Se quejo en voz baja y miró al suelo, avergonzado.

— ¡No! ¡Uh uh! —
Negó con la cabeza.
— ¿No les gustó ir a pelear en esa supuesta guerra? Ahora asume las consecuencias.—

— Pero.—

— ¡Pero nada! Ahora ve a lavarte las manos y ayúdame a cocinarle algo a Senju. Debe estar hambrienta.—
Apuntó en dirección al baño esperando a que hiciera caso. Ya había permitido que la molestia subiera a la cabeza.

— S-si. . . —
Quedó completamente helado. De manera automática hizo caso a todo lo que le había pedido.

Ambos, en la cocina.
La novia de Benkei y su mejor amigo.

Wakasa cortaba las orillas de las rebanadas de pan, sabía lo quisquillosa que podría llegar a ser la princesa de Brahman. Y también, espiaba con cautela el cómo (...) preparaba el famoso chocolate caliente, todos querían robar su receta pero ella no la entregaba fácil.
Debía admitirlo, era el mejor de todos.
— Uhm. . . ¿Qué haces? —
Pregunto curioso, llevando las rebanadas de pan listas en sus manos y las dejó sobre los platos.

; [To be continue. . . ] ; Anime boys.-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora