🔦 Era normal que en verano se cortara la luz, por lo menos en tu barrio. No era todos los días, pero aquellos dónde hacia un calor insoportable, es cuando la luz se iba.
Es por eso que ahora estabas comprando velas en un almacén cerca de tu casa.
Eran las siete y media, aún estaba un poco iluminado, pero no sería muy bueno salir una vez el sol se fuese por completo.
Yangyang te acompañó porque...sí. El no tenía problema alguno en seguirte y conocer el vecindario. Así que lo tenías como una colita de ratón, acompañando a tu abuela y a tí cada vez que salieran a comprar algo.
Saludaron al entrar y, no sabes en qué momento, pero Yangyang sabía dónde estaban acomodadas las velas. Con la ayuda de la linterna del celular, buscaron las correctas y fueron a la caja para pagar.
---- ¿Por qué no llevamos un alfajor para cada uno? A tu abuelo le gustan de esos..- señaló unos de paquete verde - yo los pago.
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🔦 Llegaron a la casa con dos paquetes de velas y 4 alfajores. Pusieron agua a calentar y Yangyang se encargó de preparar el mate.
---- no los entiendo..hacen cuarenta grados y van a tomar mate. - se afirmaste en el marco de la puerta - ¿No te hace más calor?
Yangyang te miró con una pequeña sonrisa en sus labios y se acercó con sus brazos abiertos.
---- no..- besó tu mejilla sonoramente - no sos quien para reclamar eso cuando dormís con el ventilador prendido y tapada con la sábana.
---- eso es algo totalmente diferente, no lo entendés.
---- tampoco entiendo por qué sos tan bonita..pero aquí estamos.
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🔦 No hubo cena, con una merienda tarde bastaba. Entonces ya no tenían nada que hacer.
Liu insistió en salir al patio, se puso repelente para los mosquitos, y salió a jugar con los perros un rato.
Tu abuela y abuelo charlaban de algunas cosas y tú respondías de vez en cuando. Estabas pensando dónde habías guardado tus juegos de mesa.
Y para tu suerte, tu abuela sabía dónde. Por lo que ambas fueron a buscarlos y una vez en la mesa del comedor, llamaste a tu novio y vino para ver que sucedía.
---- hey. - sonrió - ¿Pasó algo?
---- tengo el monopoly, ¿Jugamos?
---- ¿Ya queres perder?
Rodaste los ojos y sacaste las cosas de la caja.
Sería un juego bastante..difícil.
Yangyang era muy bueno en esos juegos pero tú también tenías tu lado competitivo.
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🔦 A las nueve y cuarto fue cuando la luz regresó. Y aún así, Yangyang no dejó de jugar a las cartas con tu abuelo.
El mayor tenía experiencia y Yangyang no se dejaría ganar tan fácilmente. Y de manera sorpresiva, también era bastante bueno.
---- ¡Chinchón! - gritó Yangyang mientras estampaba en la mesa una carta dada vuelta - tengo escalera de oro.
Tu abuelo mostró sus cartas, le faltaba una para que pudiese cortar la jugada.
---- no es tan malo, eh. - señaló al peliblanco con su dedo - la próxima no seré tan bueno.
---- a-ah..- carcajeó nervioso - no..no hay por qué dejar de ser amable..¿Verdad, Ari?
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