Fever

2.4K 206 50
                                    

Próxima actualización: 95 votos.





Hace ya bastantes días que YangYang estaba mucho más torpe de lo normal.

En lo que va de la semana, habíamos perdido ya tres vasos de vidrio y una botella del mismo material.

"--- en verdad lo siento, nena.. - abultó sus labios mientras juntaba los vidrios grandes - no sé qué me pasa.."

Así que, me puse en mi modo investigadora y miraba cada uno de sus movimientos.

¿Tuve dificultades? Sí, pero no las hubiese tenido si Liu YangYang no tuviese la hermosa mania de mordisquear sus labios y si su sonrisa no fuese tan brillante y hermosa, ¿Sus ojitos achicándose cuando sonríe? Son mi perdición.

--- ¿Te sientes bien, Yanggie? - sostuve sus mejillas y acerqué mis labios a su frente. - ¿Tienes fiebre? - pregunté con sorpresa -

--- ¿en serio? - ladeó levemente su cabeza hacían un costado -

--- eso parece... - sonreí - así que, esto es lo que te mantenía torpe.. Necesitas descansar.

--- No no no, estoy bien.. - me abrazó con fuerza - o mejor, descansemos juntitos..

--- déjame buscarte algo para bajar la fiebre, Yang. - su mejilla estaba estampada en mi hombro - ¿me dejas? vuelvo en un segundo.

--- hmmm...-  parecía pensarlo - pero no tardes mucho..

apenas dejó de presionarse contra mi cuerpo aproveché para salir de la cama y caminar a la cocina.

Allí busqué un ibuprofeno y llené un vaso con agua. Me fijé en la hora, eran casi las diez y media de la noche. 

También llené un vaso con jugo de manzana para mi.

Fuí al cuarto otra vez y allí estaba YangYang acostado debajo delas sábanas, apenas se podía ver su cabello y uno de sus pies que salía por debajo de las frazadas blancas.

Para molestarlo, tomé su pié y tiré de uno de sus dedos.

--- ¡Nena! - chilló mientras me miraba con reproche - no toques mis piecitos..

Desde mi perspectiva, parecía un gatito gruñón. De esos que se dejan tocar las patitas pero en menos de un segundo, te arañan porque ya se cansaron.

--- ya... Perdón. - sonreí - aquí tienes, toma esto y te quedas en cama.

--- pero..

--- nada de "peros", Liu.

--- ahg~, nena.. - abultó sus labios - me aburriré...

--- tienes la tv, puedes mirar series, escuchar música, jugar videojuegos..

--- pero... Yo quiero estar contigo.. - murmuró - ¿por favor?

Sus ojitos me observaban con súplica, sus labios seguían haciendo puchero y aquella imagen podía hacerme aceptar cualquier cosa.

Traté de resistirme, lo juro..

Pero..¿¡acaso no vieron a Liu YangYang!? Es tan..tan...jodidamente hermoso.

Y él lo sabe, ese chico es un perfecto manipulador. Él es consciente de lo que causa en mi, y se aprovecha de eso.

--- Ahg... Bien. - suspiré - hazme un lugar.

--- ¡Yei!

Rápidamente, me dejó un espacio en la cama y me acosté.

Sin esperarlo, la cabeza de Yang se acomodó sobre mi hombro, mientras que su mano estaba jugando con la frazada.

Pasó el tiempo y estábamos viendo una serie.

Hace rato venía escuchando los bostezos de YangYang, y caí en cuenta de que se había dormido cuando su cabeza se volvió más pesada para mi hombro.

--- ¿quieres dormir? - pregunté mientras acariciaba su cabello

--- contigo..  - balbuceó - por favor...

--- okay.. Me quedaré aquí. Duerme - mis dedos se enredaron en su cabello y nos acomodamos en la cama - descansa bien, Yanggie.

--- tu también, nena..

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Yangyang bookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora