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—¡Mikey!

—¿¡Estas bromeando!?

No fue mi rostro de sorpresa esos comentarios, sino no lo que escuché a continuación.

—¡Eh! ¿Les contaste sobre mis viajes en el tiempo? —dijo Takemichi.

—¿¡Eh!? ¡¿ Como que viajes en el tiempo?! —dije yo señalandole y mirando a Mikey.

—Takemichi viaja en el tiempo —me dijo como si nada.

—¿Que? —estaba muy confundida— ¿Eso...si quiera es posible? ¿Se puede? ¿Desde cuando? ¿Como?

—Cálmate fiera —me dijo Draken— Luego ya entraremos en detalles —sonríe mientras me acaricia suave el hombro.

Suspiro frustrada pero igual, le lanzo una mirada de recriminación a Takemichi.

—¿Ahora qué, Mikey? —le pregunta Draken— Parece que la mitad de Tenjiku aún puede pelear.

—La mitad eh... —dice cansado pero a la vez, emocionado.

—Así que es 200 contra 2...—dijo Mikey mirandoles y Draken asintió en respuesta— ¿Quieren alguna ventaja?

¿¡Ventaja!? Se supone que acaba de llegar del Hospital, ¿no debería de tomarse las cosas con calma?

—¡Jódete pendejo!

—¿¡Te estás burlando de nosotros!?

—¡Esa es nuestra línea imbécil!

—¿No son ustedes los bastardos que se están burlando de mí? —dijo Mikey—¿Quien creen que soy, uh? ¿200 chicos?
¡Tráiganme a 20 mil!

—¿20 mil? —dije yo confundida— Mikey, tomatelo con calma— le dije pero no me hizo caso.

—Vamos chicos, ¿cual es el problema? —me sonríe y luego se gira para ver a los demás que estaban detrás nuestro— ¡Es hora de la fiesta! ¡Por eso es que estamos aquí!

Sonreí por ello. Tengo el apoyo incondicional de todos, podía sentir la emoción recorrer por mis venas. Estaba ansiosa de pelearme con ellos.

Baji se colocó a mi lado y me sonrió, con sus colmillos. No hacían falta las palabras para saber que ambos estábamos a rebosar de energía.

—¡Oigan ToMan hagan algo de ruido! —les decía Draken.

—Eres demasiado ruidoso Kenchin —Mikey sonrió y me dio un apretón en la mano, para reconfortarme— Tendremos que luchar contra Izana, ¿crees que puedas?

—Claro, tengo al mejor médico —le dije señalando a Baji tras de mí.

—Como no —dijo chocando puños con Baji, ambos sonriendo.

—Confiamos en tí, Mikey —Baji sonrió y antes de que Mikey se separara le brindó un fuerte abrazo —Para lo que necesites.

—Lo sé, Baji. Lo sé.

Pero ese momento tan hermoso no duró mucho, porque al separarse, Izana llegó a la velocidad de la luz, y en un parpadeo le había tratado de dar una patada a Mikey. Él la esquivó pero le envió varios pasos atrás.

—¡Mikey! —gritó Peh-yan.

—¡Es rápido! —escuché decir a Chifuyu.

—Perdiste a Shinichiro, casi pierdes a Emma y casi mato a t/n.

—¿Te sientes orgulloso? —le digo mirándole fijamente. Poniéndome firme, mostrándole que no me hizo nada.

— Dime, ¿que se siente ser un cascarón vacío? —dijo.

¿A Quién Debo Elejir? -Ran y Rindou Haitani-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora