• 30 •

2.2K 315 100
                                    

Luego de que me interrumpieran la noche. Me costó levantarme, pero al final lo hice, pero a las 12:59, bueno no hay clases.

—¡T/n, despierta! —dice entrando de golpe y chocando la puerta contra la pared.

—¡Mama! —grito asustada con mi mano en el pecho.

—La directora a enviado un comunicado, dice —leyendo su movil— Que cuando acaben las vacaciones de Navidad, habrá que volver a clases.

—¿Que? —agarro mi movil y veo que ya es casi año nuevo— Pero... ¿En que momento?

—Era para que lo supieras, ahora, vamos a desayunar, he preparado un gran desayuno —dice caminando hacia la puerta pero se detiene— Despierta a Izana, tengo que deciros algo importante.

—Vale —digo y se va sonriendo levemente. Izana, es mi hermano, aun se me hace raro.

Me levanto, me coloco las pantuflas y voy a la habitación de Izana, mi hermano.
Ahora que lo pienso, ¿que habitación?

—¡Mama, donde queda la habitación de Izana! — grito para no bajar, pura pereza.

—¡En la de invitados! ¿¡Ya no recuerdas tu casa!? —grita. Ruedo mis ojos ignorando completamente lo que ha dicho.

Llamo a la puerta pero nadie responde, aviso que voy a entrar y lo hago lentamente.

Veo a Izana en la cama, tapado por las mantas y sabanas.
La habitación no estaba tan mal, la tenemos por sí viene alguien duerme aquí, así que la usamos poco , pero tiene su baño y está decorada.

—Izana —digo su nombre pero nada, me acerco y muevo un poco su hombro— ¡Izana! —ahora si se despierta, pero exaltado.

—¡Callate! —grita retrocediendo pero al ver que soy yo, se relaja y suspira— Perdona, no dormi muy bien anoche.

—¿Es por la cama? Podemos cambiarla si quieres, o puedes decirme lo que necesites y — antes de acabar, Izana me da un cálido abrazo.

—No es por la cama —dice susurrando en mi oreja.

—Oh... —correspondo su abrazo. Tal vez, enterarse de todo de golpe, que su vida cambie y, los recuerdos de su padre aun sigan ahí, le afecte— Creo que lo entiendo.

Se separa y se va a colocarse unas pantuflas.

—No te acostumbres. No soy muy de dar afecto —viene hacia mi y pasa por mi lado — Solo a las personas especiales para mí, como tú.

Me quedo sorprendida pero un sentimiento cálido se apodera de mi.
Sigo sus pasos hasta la cocina, en la cual mamá ya estaba comiendo.

—Buenos días, Izana — dice y Izana hace un leve gesto de cabeza, y se sienta a mi lado.

—¿Que querias decirnos, mamá? — pregunto y voy comiendo un poco de la creppe (no se si se escribe así, díganme) que había preparado.

—Bueno, fui en la mañana a los juzgados, expliqué todo y... —miro a Izana que esta callado pero escuchando y luego a mi madre— He conseguido poner una orden de alejamiento y he conseguido tu tutela, Izana.

Abro mis ojos como platos, pero escucho un estruendo a mi lado. Se le habían caído los cubiertos a Izana y tan sólo la miraba y ella a el, sonriendole.

—Entonces... —dice él, con sus ojos llorosos.

—Sí, eres mi hijo —sonríe— Ya nada nos une a ese hombre, ahora somos los tres.

Izana se levanta y corre a mamá a darle un abrazo, el esta llorando de la alegría y ambos sonríen. Esta escena atan conmovedora también me hace llorar a mí.

—Muchas gracias, gracias, gracias— escucho a Izana hablar— A las dos, por estar cuando más os necesitaba, gracias.

—Izana... —digo y también me levanto a unirme al abrazo.

—Mis niños... Los quiero muchísimo — dice mamá, sonriendo.

—Este es un nuevo comienzo, ya nada nos separará,  hermano—digo mirando a Izana.

—Nada ni nadie conseguirá separarnos , hermana —sonríe y juntamos nuestros meñiques — Es una promesa.

—Sí.

(...)

A la tarde, Izana y yo quedamos con Kaku, quiero decirles a ambos lo que pasa con Ran y Rindou y que me aconsejen. También, recuerdo que Kaku quería hablarnos de algo.

—Hola chicos.

—¡Kakucho! —Izana salta a sus brazos contento.

—¿Izana? —le mira y luego a mi con su ceñidos fruncido—¿ Que pasa?

—Nuestra madre a ido a los juzgados y ha conseguido la tutela de Izana —digo contenta y con una inmensa sonrisa.

—¿Enserio? —dice bajando a Izana—¡Izana, t/n, felicidades! Ya decía yo que Izana estaba raro.

—¡Oye! —este le da un zape en la cabeza.

—Auch.

—Bueno, sentemonos chicos —señalo la misma mesa a la que fuimos la otra vez.

(...)

—Entonces, Kakucho empieza tú, habla— le dice mi hermano.

—Seré directo, ¿han cambiado en algo vuestros planes respecto a Mikey? —pregunta y miro a Izana de reojo.

—No —dice él —Nos arrebató a nuestra hermana, debe pagar por ello.

Emma, es verdad, ella sería mi hermanastra, pero si Mikey es su hermano, entonces también debería ser mi hermanastro, Dios ¿de cuando tengo tanta familia?

—¿Y tu, t/n? —pregunta Kaku, sacandome de mis pensamientos.

—Lo mismo que Izana, la familia debe estar unida —digo segura.

—Exacto.

Kaku suspira mientras se masajea su entrecejo.

—Entonces os apoyaré, haré lo que sea.

Ambos nos miramos y asnrtimos, pero tarda poco ya que ambos me miran a mi.

—Ahora, te toca a ti, hermana.

—Quiero hablaros de Ran y Rindou...

Les explico todo lo que ha pasado con ellos hasta ahora y con muchos detalles.

—Esta claro, te gustan y les gustas — dice Kaku obvio.

—¿Que? ¡No!

—Aunque sería raro, ¿poliamor? —dice rascandose la barbilla y mirando a Izana.

—Bueno, yo la apoyo, haz lo que sientas —dice mirándole y luego a mi.

—Pero quiero que me aconsejen.

—Ya lo hemos echo —dice Izana, también obvio.

—Al final, la decisión depende de ti, la muerte es el único destino que compartimos, aprovecha todo al máximo —dice Kaku apretando su puño.

Tiene razón, los dos. Tal vez, deba hablar claro con ellos y ver cómo avanzan las cosas.

— Tienes razón.

—Ahora cambiando de tema —Izana se pone serio — Falta una semana para la pelea contra ToMan.

—En una semana es año nuevo, también. —digo yo, contando con mis dedos y encajando las fechas.

—Pues mejor, empezaremos con buen pie el año cuando ganemos —habla Kaku sonriendo.

—Pues entonces, la pelea de ToMan en una semana, será por la noche, les diré a todos los de Tenjiku hasta entonces, os quiero entrenando.

—Sí —decimos a la vez.

—Derrotaremos a ToMan y Mikey morirá.

¿A Quién Debo Elejir? -Ran y Rindou Haitani-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora