𝘖𝗇𝖾 𝘚𝗁𝗈𝗍𝗌 𝘔𝗎𝗅𝗍𝗂𝖿𝖺𝗇𝖽𝗈𝗆 [ 𝘮𝘢𝘭𝘦!𝘰𝘤 ]

(13RW) |Cʟᴀʏ Jᴇɴsᴇɴ

Serie: 13 Reasons Why
Título: Ya no estás aquí.
Advertencias: Mención de muerte y dependencia emocional.

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Elio corría por los pasillos llenos de estudiantes de la preparatoria Liberty, vió un gran grupo de personas en un círculo y supo que algo no andaba bien, buscó con la mirada a Clay pero no lo encontró, se acercó a Jessica con miedo y preguntó por él, ella solo lo miró con miedo, pero no era miedo por él, sino por su respuesta.

Entró corriendo al círculo de estudiantes, empujando a todos los que se encontrasen en el medio, y suspiró con fuerza al ver a Clay en el suelo, estaba teniendo un ataque de pánico, uno muy fuerte.

Elio bajó hacia él y tomó su hombro con cuidado, el chico no lo miraba, estaba sumido en sus pensamientos y en su respiración inestable.

—Oye, Clay...— intentó susurrarle con suavidad, Clay no lo volteó a mirar —Jensen, soy yo, soy Elio.— la vista de Clay se levantó y buscó con prisa los ojos del contrario quien le sonrió intentando calmarlo.

Clay extendió sus brazos con temblores y los colocó al rededor del cuello del chico, apoyándose en él y formando un fuerte abrazo, Elio lo correspondió y apretó el cuerpo tembloroso contra él.

—Ya estoy aquí, tranquilo.— le susurró y Clay asintió, las leves caricias en su espalda estaban ayudando a mejorar su respiración.

Elio escuchó como el director llegaba y regañaba a todos por no haber entrado a clases sin saber lo que había pasado, cuando vió a los jóvenes en el piso entendió cierta parte de lo que pasaba, pero no dijo nada. La multitud se dispersó y los murmullos que no ayudaban al ataque de Clay se fueron, ya solo quedaban los fuertes brazos de Elio sosteniendolo con fuerza, como si tuviese miedo de que algo le volviese a pasar.

Clay despertó con un fuerte suspiro y miró el techo oscuro de su habitación, sentía como si pecho se estrujaba dentro de él y sus pensamientos estaban alborotados.

Sus ojos cansados y rojos, con unas ojeras bien marcadas se movieron hasta el reloj que tenía y vio la hora "1:30 a.m."  cerró sus ojos con rabia y frunció el ceño con cansancio, ya son cuatro noches seguidas despertando a la misma hora por soñar con él.

Se colocó en posición fetal y sin poder evitarlo, sus ojos cerrados se llenaron de lágrimas y su mano se aferró a la sábana con fuerza, sentía su corazón roto de mil formas posibles, simplemente no podía soportar que él no estuviera más ahí.

Sin ayudar a sus sollozos silenciosos siente unas manos tomándolo de la cintura y abrazándolo con fuerza, un dulce beso en su cuello y la leve respiración en él.

—Te he dicho muchas veces que odio verte llorar.— los ojos de Clay se abren con lentitud y tienen el mismo brillo cansado y triste de siempre, pero esta vez cambia los sollozos por una risa nasal sin gracia.

—Sí, recuerdo eso.— pudo responder, su voz salió más débil de lo que él la recordaba y simplemente siguió apretando la sabanas esperando que el contacto se detuviera, porque si no lo hacía, Clay lo iba a terminar creyendo. —¿Qué haces aquí?.— pudo llegar a preguntar de manera suave y ligeramente rota.

—Simplemente estoy con mi persona favorita en el mundo.— volvió a sentir el tacto de sus labios en su piel y sus ojos soltaron una pequeña lágrima que no pudo contener. —¿Recuerdas aquella vez que te pedí ser mi novio?— escuchó la risa en sus oídos que parecía ser la melodía más dulce que Clay jamás había escuchado —, Entré por tu ventana en la noche, recuerdo que había salido de entrenar en la cancha hace tiempo pero me había quedado dando vueltas por tu vecindario porque no sabía cómo pedirtelo, creo que varios vecinos pensaron que era un ladrón o algo.— volvió con su risa y Clay apretó las sábanas hasta que sus nudillos fueran blancos. —Cuando me dijiste que sí... Dios, creo que nunca me había sentido tan feliz.

—¿Por qué haces esto, por qué me torturas así?.— sollozó con fuerza y dejó de sostener las sábanas para voltear hacia él, el abrazo en su cintura no se lo impidió.

Y Clay vió su rostro, aún siendo de noche, lo diferenció por la poca luz que entraba por su ventana. Volvió a ver sus ojos marrones y su corazón se derritió ahí mismo, recordando como antes los había visto cerrados para siempre.

—Ey, no, no llores, por favor.— y sintió como el agarre en su cintura subía hasta su mejilla y acunó en su mano. Clay cerró sus ojos haciendo que varias lágrimas más cayeran.

—Solo responde, necesito escucharte.— sintió el pulgar del otro chico pasar por debajo de sus ojos para limpiar el rastro de las lágrimas.

—Yo— abrió las ojos para verlo, vió que su rostro había cambiado, su semblante parecía ser preocupado —, yo te lo digo siempre y siempre te lo diré, yo estoy aquí, estoy aquí para tí y por eso lo hago, para estar aquí contigo, porque te amo.

—Sí pero no puedes— respondió con demasiada sutileza pero a la vez firme, no entendía de dónde sacaba la fuerza, pero tenía que hacerlo, aunque su pecho quemara, lo tenía que decir, así que tragó el nudo que se había comenzado a formar en su garganta y levantó su mano hacia la mejilla del otro chico, justo como él lo hacía. —, porque ya no estás aquí. Moriste.

En el rostro del chico se formó una sonrisa triste y con un leve movimiento asintió.

—Aun así siempre te amare, Clay Jensen.

—Yo también lo haré, Elio McLean.

Ambos hicieron un ligero movimiento para acercarse, hasta unir sus labios, no los movieron, solo los dejaron uni encima del otro, intentando sentirse antes de la última despedida, antes del adiós definitivo.

Se separaron como si algún movimiento podría dañar a alguno de los dos, Elio abrazó a Clay, él lo sintió así toda la noche hasta que pudo dormir, sabiendo que a la mañana siguiente no estaría la sonrisa amigable y amorosa de la persona que amaba, aceptando al dormirse que todo había acabado, para siempre.

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Y sí, estoy llorando ¿Y qué?, Soy muy sentimental perdón.

Bueno, espero que les haya gustado y bueno, que estén pasando un lindo día :).

—Miss Howlett 🌿