"Palabras de un Fantasma"

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El sonido de los cubiertos rozando los platos, acompañado de los murmullos y alguna que otra risa de los muchos alumnos de Hogwarts, Beauxbatom y Durmstrang, formaba una música de fondo que rompía el silencio de aquella cena. Todo era alboroto y jaleo en todo el Gran Comedor, excepto en un punto de la mesa de Gryffindor donde tres alumnos comían en el silencio más absoluto que recordaban desde hacía mucho tiempo. Ron devoraba como de costumbre la comida a una velocidad impresionante todo lo que pasaba por su plato, pero sin embargo parecía no disfrutarlo como siempre. Lo entendía. Se acababa de enterar de lo que pasaba con entre Hermione y Krum y, sobre todo, había tenido que admitirse a sí mismo que lo que sentía por Hermione era algo más que una simple amistad. Lo bueno, al menos, era que en este tiempo Hermione y Krum todavía no se habían besado.

Y por otro lado, justo en frente de ellos dos, estaba Hermione, que removía distraídamente su puré de patatas con el tenedor sin probar casi bocado. Con ella sí que estaba perdido, no tenía ni idea de lo que le podía pasar. Sólo sabía que se había ido con Ginny a la habitación de las chicas y que a la hora de cenar habían bajado las dos con cara de muy pocos amigos. ¿Se podía saber qué les había pasado?

Levantó la vista y, un poco alejada de ellos, unos cinco asientos más a la izquierda de Hermione, estaba Ginny. Atrás había quedado la chica alegre, sonriente y emocionada que había estado con él en la Sala de los Menesteres. Apoyada en una de sus manos y con la mirada perdida en su plato, jugaba con la comida distraídamente igual que su amiga. No entendía que podía haber pasado. Parecía tan feliz hacía unas pocas horas… todo fue salir del aquella sala y fastidiarse. Con la de cantidad de personas que había en ese castillo y justo tuvieron que ser los gemelos los que les vieran caminar de la mano. ¿Estaría disgustada por eso? Quizás como les vieron los sus hermanos… Suspiró abatido. Hasta que no hablase con ella no iba a saberlo.

¡Pero ahora no sabía qué hacer! Ron y los gemelos todavía no lo sabían, era peligroso que se enteraran todos en el castillo y tenía pendiente todavía una larga conversación con Dumbledore sobre futuros sucesos. Sucesos que se le iban a hacer muy difíciles de explicar teniendo en cuenta que uno de ellos era la muerte de su director. No sabía si era el momento más indicado para estar pensando en esas cosas.

Ginny Levantó la cabeza y sus miradas se cruzaron. A diferencia de lo que hubiese ocurrido el día anterior, Ginny ni se inmuto. No se sonrojaron sus mejillas ni metió el codo en el plato de la mantequilla. Le miró fijamente a sus ojos verdes y tras unos segundos le sonrió de tal modo que solamente él se diera cuenta y, rompiendo el contacto visual entre ellos, comenzó a cenar. Había sido un momento íntimo, una mirada que sólo ellos entendían, un gesto sólo de ellos dos y para ellos dos. Sonrió volviéndose a sentir igual que hacía meses, cuando el peso del mundo mágico todavía no había caído sobre sus hombros.

Entonces se sintió observado, sintió como un par de ojos le miraban. Pero no eran un par, eran dos. Frente a Ginny, los gemelos Weasley, con idénticas sonrisas traviesas y miradas sugerentes y, al mismo tiempo amenazantes, le miraban con las cejas levantadas, expectantes. Estaba claro que esos segundos en los que había estado mirando a Ginny habían sido más de los que creía y quizás ese momento había sido compartido por dos pelirrojos más.

Sonrió torpemente y carraspeó nervioso mientras alejaba la mirada de ellos. Si algún día lograba acabar con ese viaje en el tiempo, con esa estúpida misión y con Voldemort, no quería ni imaginarse cómo iban a ser las cenas familiares en casa de los Weasley.

- Harry, Snape no está.- Le informó Hermione.

- ¿Qué?

- Snape…

Miró hacia la mesa de los profesores con la cabeza todavía un poco aturdida por las imágenes de seis Weasleys rodeándole dispuestos a tener con él algo más que unas simples palabras. Era cierto, Snape no estaba.

𝑨 𝒕𝒓𝒂𝒗𝒆́𝒔 𝒅𝒆 𝒍𝒂𝒔 𝒆𝒔𝒕𝒓𝒆𝒍𝒍𝒂𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora