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Dos días habían pasado desde que JiMin había descubierto el incidente de su padre. Durante esos días decidió organizar bien lo que haría, porque era obvio que no se quedaría con los brazos cruzados.

Aunque también había recordado que jamás fue a ver a Jin.

Lo quería ver para saber si ya estaba sano. Pero mentiría si esa era la única razón, era de las pocas personas de la manada que le hablaban, no lo quería perder tan fácil.

Por lo cual se encontraba llendo hacia el consultorio en el que le había atendido.

Una cosa buena de ser hijo del alfa, era que no debía dar explicaciones a nadie de porque estaba ahí, mucho menos se las pedirán a el, para ellos dirigirle la palabra era un pecado.

Lobos idiotas.

Aunque hizo sus pensamientos de lado, cuando a lo lejos vio a el lobo que buscaba.

– ¡SeokJin!

El beta volteó rápidamente encontrándose cara a cara con el Omega, dejando de prestar atención al lobo con el que hablaba.

– Vaya, pensé que no volvería a verte. Después de todo no volviste el día siguiente...

– Me surgieron algunos problemas, pero ya está todo solucionado.

– Me alegro mucho.. – El beta sonrió, porque realmente no entendía el odio que la manada le tenía a el Omega, era demás lindo – Aunque si lo que quieres es la revisión, tendrás que esperar un poco, estoy algo ocupado...

Ahí fue cuando ambos escucharon el sonido de una tos demasiado fingida a un lado. Dándose cuenta de la omega embarazada que mantenía el celo fruncido viendo a ambos.

– Supongo que tendré que cambiar mi cita entonces... – Dijo la omega entre dientes

– No es necesario, yo puedo esperar...

– Ni loca, no pasaré un minuto más en la misma habitación que este sucio Omega.

Y antes de que la situación llegase a mayores, Jin decidió intervenir – En ese caso vaya a la recepción y pida que otro doctor le atendía, yo atenderé a JiMin.

La Omega no dijo más, se fue apretando los dientes y casi corriendo.

JiMin solo miro con apenó a Jin, no quería que empezarán a criticar al beta como lo hacían con el.

– Debiste atenderla, yo puedo regresar otro día Jin...

– Si te soy sincero, no dejaba de insinuarse, aproveché la situación para deshacerme de ella.

– Oh, en ese caso de nada!

El beta se sonrió, definitivamente el Omega era un ángel.

– Entonces ven, pasemos a mi consultorio para empezar con tu chequeó...





– Entonces ven, pasemos a mi consultorio para empezar con tu chequeó

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Oʜ! Cᴀʀᴀᴍᴇʟʟᴀ ᵏᵐఌ︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora