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-¡Mierda, te ves tan sexy!- Rue agarró mi mano, haciéndome girar ligeramente

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-¡Mierda, te ves tan sexy!- Rue agarró mi mano, haciéndome girar ligeramente. Gia estuvo de acuerdo mientras examinaba mi atuendo. Consistía en un bralette de seda y unos vaqueros negros rotos de cintura alta, con mis converse blancas desgastadas.

-Vaya, gracias, chica. Tú tampoco te ves tan mal-. Le di un codazo juguetonamente, enganchando mi brazo en el de ella, tirando de ella hacia una de las atracciones.

-Oh, no. Se supone que debo estar cuidando a Gia, lo siento, Cj-. Rue se disculpó, mirando a Gia que ya nos estaba mirando.

-Está bien, creo que me reuniré con algunos amigos de todos modos, ¡iros a divertirte!- Exclamó empujándonos lejos.

Le sonreí y salí corriendo con Rue, empujándola hacia el Gravitron. Toda la caminata allí consistió en que ella se quejaba de cómo iba a morir en esta cosa y yo le decía que no se preocupara.

Una vez que subimos, ella agarró mi mano como si fuera su vida, gritando mientras nuestros cuerpos estaban atrapados en su lugar. La miré y me reí superfuerte. -Eres un bebé grande-.

Ella me miró como si estuviera loca, -Estoy cagada de miedo en este momento-. Eso me hizo reír aún más fuerte.

-Tío, me alegro de haberte conocido. Eres mi mejor jodida amiga y no sé qué haría sin ti-. Admití, mirándola. Lo decía a modo de amiga, nada más que eso porque ella es dos años mayor que yo y la considero prácticamente como mi hermana mayor.

-Amigo, me alegro de haberte conocido también, es divertido tener una amiga inocente-. Ella se rio. Inocente...

-No estoy ni cerca de ser inocente, digas lo que digas.

Nos bajamos y Jules me quitó a Rue. Lo que me molestó. -Me la llevaré si no te importa-. Enganchó el brazo de ella y de Rue alejándola de mí, sin darme suficiente tiempo para responder antes de alejarse. ¿Cuál es su puto problema?

-

Maddy y yo nos habíamos encontrado, caminando con los brazos unidos. Buscamos un paseo para subir juntos. -¡Vamos a buscar algunas drogas!- Exclamó mirando a Fez.

La miré extrañada, todavía con miedo de tomar alguna droga por lo del Mouse, lo último que recordé fue despertarme en la cama de Ashtray, que fue hace solo dos días.

Asentí lentamente y ella me arrastró hasta Fez.

-Entonces, ¿qué buscas?- Fez le preguntó a Maddy, tomando un golpe de un objeto contundente. Él ignoró por completo mi presencia, lo que significaba que definitivamente no me dejaría tener drogas.

-Molly.- Maddy respondió un poco descarada, mirando a Fez con los brazos cruzados un poco sobre su pecho. Miró alrededor hacia el puesto de pretzels.

-Oh. Él está allí trabajando en el puesto de pretzels-. Fez le pasó un boleto a Maddy a escondidas y le indicó dónde estaba el puesto de pretzels. Me reí de él.

Maddy me apartó. -Espera... ¿Es Cassie?- Pensé en voz alta mientras pasábamos junto a la rubia que miraba hacia abajo con una mirada triste en su rostro.

-Oye.- Maddy le dijo, mientras yo solo saludaba.

Me devolvió el saludo y le respondió a Maddy: -Hola-.

-¿No te estás divirtiendo?- Maddy le preguntó a Cassie, en lo que Cassie negó con la cabeza con la misma mirada triste en su rostro. -Sí, yo tampoco. ¿Quieres drogarte?- Maddy sonrió. Los ojos de Cassie se iluminaron y se levantó enlazando su brazo con el libre de Maddy.

-

-Bienvenido a Pretzelmania. ¿Puedo tomar tu pedido?- Ashtray habló sin rodeos a Maddy y Cassie. Trató de ignorar mi presencia, pero era casi como si no pudiera quitarme los ojos de encima.

Lo atrapaba mirándome de vez en cuando, mirándome de arriba abajo y lamiendo sus labios. Tenía que admitir que se veía bien esta noche.

Maddy le entregó su boleto. -¿Cuántos pretzels quieres?-

Maddy lo miró como si fuera tonto. -No comemos carbohidratos-.

Empujé un poco su costado y Cassie miró a Ashtray, -dos por favor-. Ella puso los ojos en blanco.

-Serán cuarenta-. Metieron la mano en sus sostenes y le dieron el dinero. Me quedé allí observándolos. Fue hacia la parte de atrás y agarró tres pretzels, metiendo dos bolsitas de Molly en las de Cassie y Maddy.

Se los entregó y me dio el mío que no contenía drogas escondidas. Cuando fue a darme el mío, se inclinó y me susurró al oído: -Nos vemos aquí en treinta minutos o menos-. Una vez que retrocedió, me miró y asentí.

Nos alejamos, Maddy envolvió su brazo alrededor de mi hombro y sonrió. -Definitivamente tienen algún tipo de sentimientos románticos el uno por el otro-.

-Nosotros no, solo somos amigos-. Me burlé, rodando los ojos. Ella sacudió su cabeza.

-Te dio un maldito pretzel gratis-.

-¿Cuál es el problema? Es solo un pretzel-. Me reí dándole un mordisco. Fue sorprendentemente muy bueno.

Las chicas se metieron las bolsitas en los sujetadores y tiraron sus galletas saladas a la basura cuando pasamos junto a ella. Esto me hizo fruncir el ceño. Qué desperdicio de pretzels perfectamente bueno.

-

Las chicas fumaron molly mientras que yo solo las miraba mientras terminaba el pretzel que me había dado Ashtray.

Saqué mi teléfono de mi bolsillo y miré la hora, mis ojos se abrieron como platos, llegué dos minutos tarde. Corrí hacia el puesto de pretzels, caminando hacia la parte de atrás.

-Maldita sea, estaba empezando a pensar que te olvidaste de mí, nena.- Se sentó, sonriéndome tontamente. Rodé los ojos con una leve sonrisa en mi rostro. Esta fue la primera vez que lo vi sonreír, incluso si era solo una pequeña sonrisa.

-Solo llego dos minutos tarde, genio-. Le arrebaté el sombrero de la cabeza y lo puse sobre el mío, dejándome caer en la silla vacía a su lado. Él me miró.

-¿Podrías ser más revelador con ese atuendo?- Ashtray puso los ojos en blanco, mirando hacia atrás.

-¿Por qué te preocupas por lo que uso?

-No lo sé. Hace un poco de frío afuera, ¿no crees?- Respondió con frialdad, cruzando los brazos sobre el pecho.

-¿O es porque no quieres que nadie me mire?- Una gran sonrisa estaba plasmada en mi rostro cuando pude ver que sus mejillas se ponían rojas.

-Cualquier hombre.- Me quitó el sombrero de la cabeza y lo dejó sobre el mostrador del puesto de pretzels. Tenía que admitir que se veía mucho mejor sin el sombrero. Me sorprendí admirando su perfil lateral por una fracción de segundo.
-Ponte esto-. Me entregó una sudadera con capucha que quedó perfectamente en el respaldo de su silla.

-¿Qué?- pregunté confundida.

-Póntelo.

Dudé, pero me lo puse de todos modos. Olía a colonia cara con una mezcla de hierba y cigarrillos. El olor era extrañamente reconfortante.

-Eso está mucho mejor.- Respondió mientras examinaba mi atuendo. -Ay, aquí-. Me entregó otro pretzel. Le sonreí agradecida y arranqué un trozo, metiéndolo en mi boca. Ash tomó un trozo de mi pretzel y se lo comió haciéndome mirarlo juguetonamente.

-¿Qué?- Cuestionó con la boca llena haciéndome reír.

-Nada.- Compartí el resto del pretzel con él.

Me estaba cansando. Era difícil mantener los ojos abiertos y mi cabeza descansaba ligeramente sobre su hombro. Sorprendentemente, no se movió.

Jugué con su cadena que llevaba puesta hasta que me quedé dormida.

CORREGIDO

Tantofobia || Ashtray Donde viven las historias. Descúbrelo ahora