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-Yo, uh... No sé si ustedes saben esto, pero hay un tipo en una camioneta negra afuera. Parece estar mirando vuestra casa-. Señalé la puerta con el pulgar mientras entraba. Fez y Ashtray compartieron una mirada de complicidad antes de volver a mirarme.
-Lo que voy a necesitar que hagas es sentarte y mantener la boca cerrada-. Ashtray me dijo, señalando hacia el lugar vacío al lado de Faye. Ashtray salió por la puerta lo más rápido posible, empuñando una escopeta.
Dudé un poco, pero me encogí de hombros y me senté a su lado felizmente con una gran sonrisa en mi rostro. -Hola, no creo que nos hayamos conocido correctamente, soy Clarity Jenkins Pérez, pero puedes llamarme Cj.
-Hola... soy Faye, pero puedes llamarme Faye-. Hablaba superlento, podría haber sido por la forma en que sus labios eran, pero la forma en que hablaba me resultó reconfortante.
Una risita escapó de mis labios, -¿no tienes un apodo real?- La miré, frunciendo el ceño. Ella negó con la cabeza, llevándose un porro a los labios y encendiéndolo.
-¿Qué hay de...? Fayzie o Faye Faye-. Sonreí, ella le dio una calada al porro inhalando el humo profundamente antes de exhalar y mirarme.
-Me gustan los dos-. Ella sonrió.
-Te quedan bien.
Justo cuando iba a ofrecerme, Ashtray entró empujando a Cal Jacob delante de él. Ash sostuvo la escopeta contra su espalda observando cada uno de sus movimientos mientras lo empujaba hacia una silla.
Cal y yo hicimos contacto visual, lo que provocó que Ash mirara entre nosotros. Apuntó el arma a la cabeza de Cal y murmuró: -Mantén tus malditos ojos fuera de ella-.
Faye me pasó el porro en secreto mientras ocurría toda esta interacción. Mientras tomaba caladas, Fez entró y se apoyó contra el sofá, mirando a Cal y Ash.
-Déjame aclarar esto... así que primero vienes a mi maldito trabajo, haciendo todas estas preguntas raras como los federales-. Fez se sobresaltó, mirando a Cal mientras hablaba. -Entonces te encuentro frente a mi casa-. Lo interrumpí rápidamente.
-Creo que si no fuera por mí, ustedes ni siquiera habrían sabido que estaba aquí-. Murmuré en voz baja.
Fez me miró de soslayo: -Cállate y sigue fumando con Faye. Este es un asunto importante-.
Fez apartó la mirada de mí y volvió a mirar a Cal, que ya lo estaba mirando. -¿Qué diablos estás haciendo, tío?- Fez cuestionó frotándose la parte superior de la cabeza con la mano, de una manera estresada.
