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Mis manos abandonaron lentamente la boca de Custer una vez que estuve segura de que se había ido. Su cuerpo yacía sin vida en el sofá, la sangre cubría su ropa. Faye estaba en estado de shock por todo, pero parecía aliviada. Sin embargo, Fezco parecía enojado, extendiendo su mano hacia el teléfono de Custer.
Me acerqué y lo agarré, colocándolo en su mano. Nos dio a Ash y a mí una mirada decepcionada antes de caminar hacia el baño donde pronto se desharía del teléfono. Mientras Fezco hacía eso, Ashtray parecía estresado, como si fuera a estallar en llanto en cualquier momento con las manos sobre la cabeza, caminando de un lado a otro.
Me quedé allí, sin hacer absolutamente nada con una mirada en blanco en mi rostro sin sentir lástima por el tipo muerto que estaba en el sofá de Fez en este momento. Mi pecho ya no se sentía apretado y se sentía como si me quitaran un gran peso de los hombros.
-Dame el cuchillo, Ash. Me desharé de él, entonces podemos hacer algo con su cuerpo. Pero tenemos que ser rápidos, no tenemos tiempo para sentirnos culpables. Se lo merecía-. Ashtray me miró por una fracción de segundo, sus labios temblaban un poco mientras vacilante ponía el cuchillo en mi mano. Me alejé, dedicándole una última mirada.
Rápidamente deseché el cuchillo, limpiando la sangre y las huellas dactilares, usando otro trapo para asegurarme de no dejarle nuevas huellas dactilares.
Una vez que terminé, caminé hacia Ashtray y le hice señas a Faye para que viniera a ayudarnos. Se acercó y nos ayudó a levantar el cuerpo, todos luchando por el peso muerto.
-¿Estás seguro de que esto va a funcionar?- cuestionó Faye, preocupada ya que ahora estábamos parados en un gran contenedor de basura que estaba detrás de su casa donde arrojaríamos el cuerpo de Custer solo por hoy.
-Espero que así sea. Simplemente no actúes de forma sospechosa si la policía se detiene pronto, mantén las cosas informales y niega, niega, niega-. Repetí la palabra negar una y otra vez para que entendieran.
Abrí la tapa y pusimos el cuerpo de Custer dentro del contenedor de basura. -Vayan a lavarse las manos-. Yo les dije. Regresaron al interior de la casa y se lavaron, haciendo que pareciera que no pasó nada. Después de que hicieron eso, repetí después de ellos, limpiando las huellas de sangre que habían quedado por toda la casa. La tensión era espesa y la casa estaba en silencio mientras todos limpiaban.
Pronto hubo golpes en la puerta y Faye fue a abrir, pero la detuve. Me acerqué a la puerta y la abrí, asomando la cabeza solo un poco. -Hola.- Hablé, con una cálida sonrisa en mi rostro mientras miraba al policía parado frente a mí. Mierda..
mis manos estaban un poco temblorosas pero mantuve la calma. -¿Te importa si registramos esta casa? Tenemos quejas sobre algunas personas que viven en esta casa-. El oficial explicó, su mano agarrando un arma que estaba en su costado.
-Claro, sólo dame un segundo-. Cerré la puerta y me di la vuelta hacia todos los que me miraban con miedo. Rápidamente examiné la casa asegurándome de que todo estuviera limpio antes de abrir la puerta del todo para que los dos policías pudieran entrar. No dudaron en comenzar a registrar la casa.
