La Manada Élite.

Cap 8

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- no puede ser... - último doctor salió de la habitación con una cara de tristeza pura con algo de miedo por su destino pero se mantuvo en el hospital sentado en una banca en sala de espera mientras contactaba a su familia en su teléfono.

La doctora líder en el grupo ya estableció contacto con su familia con los ojos llorosos paso la llamada con su madre a una video llamada con sus hijos.

- hola mami - saltó una pequeña pelirroja en la cámara con migajas de pastel alrededor de su boca.

- Hola mi amor como estás ¿te estás portando bien? - preguntó disimulando la tristeza en su voz y rostro.

- si, pero Javier se comió las galletas de la abuela. - después de eso la mujer serró sus verdes ojos y se rió, esa niña asta en sus últimos momentos podía hacerla reír.

- ¿que yo que?  ¡Carina! - los gritos lejanos de un pequeño niño se escucharon al instante después de la acusación de la niña.

- ese es Javi ¿cierto? - preguntó la madre con ternura a su querida hija.

La niña aceptó con la cabeza mientras se partía de la risa. Un niño de piel morena ojos verdes y pelo negro semi-largo lacio, apareció en la pantalla con la sien arrugada, lo último que se vió fue el techo blaco y el teléfono caer al piso y acontinuación la cara del niño con una sonrisa al ver a su madre.

- mami cuando vienes? Te estoy esperando para que me leas mi cuento ¿Aún sigues en el hospital mami? - a la mujer se le partió el corazón ya que probablemente no llegaría o tal vez no en mucho tiempo y no sabía cómo decirle a su hijo.

- tal vez cuando ya estés dormido mi amor pero me esforzaré para llegar temprano mi pequeño. -  mintió o tal vez no pero fuera cuál fuera la respuesta ella le  sonrió a su hijo.

De un momento a otro se escuchó un gritito de niña pequeña el teléfono se vió en el piso y luego pudo divisar el techo blanco después simplemente se cortó la llamada.

La mujer dedujo que era una de las peleas de sus hijos y apagó su celular y miró a los demás doctores desolados mirando sus celulares y/o puntos fijos asustados.

- ¿Por qué tienen cara de que se va a morir alguien? - se escuchó la voz del Alfa de tras de todos los cuales se espantaron, otros lloraron más rápido, y otros rezaron a los dioses en los que creían pidiendo que se los llevarán antes de que el beta pusiera sus manos en ellos.

- no pudimos hacer nada - habló un hombre de piel morena ojos avellana y pelo levemente ondulado por la nuca, el cual era uno de los doctores principales del grupo de doctores.

El beta dio una señal a unos hombre que escoltaban amablemente a una mujer a la habitación de su hermana y luego Jean se sentó al lado de la pelirroja y le preguntó algo que la perdió constantemente.

- dime ammm - Jean miró el gafete en su pecho y sonrió - señorita Betancourt, ¿Usted tiene hermanos menores? - le preguntó lo más suave posible, la de ojos verdes lloró en silencio mientras asentia.

- tengo 5 hermanos varones pero el problema es conmigo. - dijo con lágrimas de miedo surcando sus mejillas.

- si yo te pidiera que elijas a uno de ellos en tu lugar ¿a cual elegirías? - dijo mientras ondulaba su cabello rojo fuerte con uno de sus dedos con el rostro serio.

- el problema es conmigo, señor si va a hacer que alguien pague esa voy a ser yo, después de todo su hermana está a mi cargo. - La mujer estaba sobresaltada por todo, El castaño sonrió con sarna y se levantó de su asiento, miró a los demás con seriedad y preguntó: