La Manada Élite.

cap 12

La rubia bajaba rápidamente las  escaleras de aquella torre metálica mientras sostenía su largo vestido azul de mangas largas abierto por los codos asta las muñecas.

A Medio Camino la rubia se encontró con el Alfa que se miraba muy cansado por tanto camino.

- está arriba?

La chica asintió en respuesta a su Alfa
El cual alarmado corrió arriba.

Mientras, la mujer siguió corriendo como alma que lleva al diablo llegando a la salida de la torre.

- qué pasó? - preguntó uno de los guardias de piel morena.

- ya la mató? - preguntó el otro guardia caucásico.

La mujer los ignoró y se transformó en una loba rubia con manchitas marrones inmediatamente para buscar ayuda.

...

Gelda entró lo más rápido posible a la casa y subió los escalones mirando como su novia lavaba los platos y secaba sus manos para girar y presionar un botón de la laptop sobre la mesa y en el acto sus ojos chocaron inmediatamente.

- oh! Hola ¿Ya terminaste? - preguntó con tranquilidad.

Ella solo corrió, corrió escaleras abajo y abrazó muy fuerte el cuerpo de su amada... La perdonaría si le dijese ahora?. Arion casi inmediatamente respondió el abrazo con suavidad extrema, no hiba a rechazarla.

Y justo en ese momento Gelda se desplomó en llanto sobre el hombro de su novia ¿como era posible que ella le contestara después de todo lo sucedido? Se odiaba a si misma.

- Geli, ¿Que te pasa? - preguntó preocupada la pelinegra al ver la situación.

- perdón, perdón, yo... No fue mi intención... Lo ciento. - dijo con voz quebradiza en su oído mientras, su novia acariciaba su espalda en señal de consuelo.

- ¿que pasa?

...

- señor, cálmese ella no morirá... - Jean apretó un poco más fuerte su cuello, como se atrevía a decirlo.

- ¡¿Últimas palabras?!

- encontramos una forma de salvarla, pero no podremos decirle si no la suelta. - Jean la miró, que valiente, ¿negociar con la muerte? Eso solo lo lograron dos personas y no se sabe su paradero aún.

- habla.

- usted suelte

- te ofrezco un trato - Jean la miró no hiba a caer - tú me dices, y yo no la mato. - las chicas se miraron entre sí, ¿podrían confiar en un beta que asesinó a su propio hermano?

- si la mata no sabrá nada y Sara morirá - dijo Pamela, tan imprudente como su hermana.

- y Freya también.

Todas se miraron ¿Que no las habían matado? A Freya le arrancaron una mano y a la otra le arrancaron la cabeza. Incluso les llegó a su hotel por mensajería la mano amputada y la cabeza con una nota de el error que habían cometido.

- ¿Mi hermana está viva? -

- Pam, no la maté, no soy tan cruel se que estaba siguiendo órdenes de esta perrita - la mujer miró con mala cara al beta.

- ¿¡Como puedes ser tan descarado!? ¡Me enviaste su mano!

- porque estaba por arrancarle el cuello a mi hermana, ¿tú qué habrías echo en mi lugar?

La rubia miró a su jefa, ella misma la mataría, mataría a su propia jefa ya que por sus ambiciones su hermana y su amiga sufrían las consecuencias.

- debes encontrar el límite boscal y encontrar a la guardiana de ese territorio. Dicen que es una diosa o algo así, que tiene la cura contra la presencia de la plata en la sangre.