Seis

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Hanma Shuji

Si alguien me llegaba a preguntar qué significaba Haruchiyo Akashi para mí, simplemente diría que era mi todo. Era la mejor persona que he podido conocer, llegó en un momento en el que no lo esperaba. Como diría alguna frase cliché de internet, Sanzu era mi rayo de luz.

Nos hicimos amigos de una forma algo rara diría yo, pues un día que llegué tarde a clases, como siempre, estaba en la cafetería de la universidad en busca de algo para comer y por andar tan apurado no me di cuenta y terminé tropezando con alguien, derramando la bebida que llevaba encima de los dos.

Mira imbécil, más te vale disculparte ahora mismo porque no estoy de humor. — recuerdo que ese día me había despertado de mal humor y como consecuencia, me estaba desquitando con todo el mundo.

¿Qué? Jódete si crees que me voy a disculpar por algo que tú mismo causaste, idiota. — espetó el pelirosa levantándose del suelo y yéndose lo más rápido que podía pues justo en ese momento había peleado con quién era su novio en ese entonces.

¡Maldito imbécil! — grité lo suficientemente alto como para que pudiera escucharme.

Desde ese día como si se tratara de un capricho del mismísimo destino, me topaba con el pelirosa en cualquier lugar habido y por haber, incluso podría decir que lo veía hasta en la sopa, en cierta parte, llegué a considerar que él me acosaba.

Desde ese día como si se tratara de un capricho del mismísimo destino, me topaba con el pelirosa en cualquier lugar habido y por haber, incluso podría decir que lo veía hasta en la sopa, en cierta parte, llegué a considerar que él me acosaba

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No puede ser, ahora incluso me topo contigo en los baños, esto debe ser una puta broma. — el pelirosa acaba de ingresar a los baños y con lo primero que se topó fue con el chico alto fumándose un porro de lo más tranquilo de la vida.

Son baños para todos y cada uno de los estudiantes, ahora si no te parece, puedes irte a otro lado, idiota. — apenas Hanma había terminado de hablar, Sanzu lo había acorralado en la pared del lugar.

No porque seas más alto que yo, quiere decir que no puedo herirte y el idiota serás tú. — el tatuado ignoró las palabras del otro chico pues se encontraba lloriqueando porque su porro había caído en el sucio y mojado piso del baño.

El pelirosa lo soltó y suspiró pues se dio cuenta que era una perdida de tiempo decirle algo, así que solo lavó sus manos y antes de que pudiera salir, Hanma le habló.

Dado que por tu culpa he perdido mi dosis de tranquilidad y felicidad, me debes mínimo un almuerzo y no, no intentes negarte, te esperaré en la salida, adiós.

Y desde ese extraño encuentro, ambos nos volvimos amigos, a pesar de que éramos bastante diferentes nos lográbamos complementar muy bien y éramos una buena dupla, él me ayudaba con cosas que no sabía y viceversa. Sin dura era una amistad que no quería perder, a pesar de que estaba desarrollando sentimientos por él.

 Sin dura era una amistad que no quería perder, a pesar de que estaba desarrollando sentimientos por él

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𝕴𝖓𝖉𝖊𝖈𝖎𝖘𝖎𝖔́𝖓 || 𝚁𝚒𝚗𝚣𝚞 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora