Al perder a la persona que más amaba decidió terminar con su vida, pero dos personas lo impiden y le demostrarán que aun tiene mucho por vivir
(No adaptar ni copiar, ya sea completa o parcialmente)
Comenzada: 04/02/2022
Terminada: 29/08/2022
Advertencia: temas delicados como muerte/depresión Aviso por las dudas🤷🏻♀️ aunque todos sabemos que ignoraran las advertencias 😅
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Si mi relación con Mikey había sido mala los días antes del Halloween, en los que le siguieron fueron una total pesadilla, hablar con él era imposible, cuando logré tranquilizarme y quise aclarar las cosas él solo me ignoró por completo.
Y así fue nuestra relación los siguientes días, yo rogando por atención y él simplemente ignorándome, no pedía mucho, solo necesitaba que mi novio estuviera a mi lado en ese momento, necesitaba que me abrazara y dijera que todo estaría bien aunque no fuera verdad, solo quería eso... ¿Era mucho pedir? Al parecer si... al menos eso creí, porque esa noche recibí por primera vez el consuelo que realmente necesitaba y no fue exactamente de mi novio
Como ya era costumbre no podía dormir, podía escuchar a mi madre llorando en su habitación y eso impedía que siquiera pudiera pensar correctamente, por lo que tomé mi celular y sin siquiera ver la hora le marqué a Mikey, quien me atendió la quinta vez que llamé
¿Qué sucede?- preguntó al atender
Quiero verte- suspiré
Mei, son las dos de la mañana- bufó- duerme, mañana tenemos reunión, podemos vernos allí
Pero...- no pude terminar la oración porque ya había cortado la llamada- gracias otra vez, Manjiro
Me senté en la cama molesta no quería despertar a Chifuyu, ya suficiente tenia con intentar animarme durante el día como para que también lo molestase en la noche
Salí de mi habitación y caminé hacia la puerta principal aun en mi pijama poniéndome los zapatos y tomé mi chaqueta para salir de allí, quizá era absurdo caminar por la calle con mi pijama de gatitos que Kei me había regalado para mi cumpleaños, pero necesitaba aire urgente y asesinaría a quien me molestase en el camino, quizá eso me ayudaría a descargar mi ira y frustración...
Fui hacia el parque que estaba a unas calles de donde vivía y comencé a caminar por él lentamente, ese lugar era especial, allí solía llevar a Keisuke cuando éramos solo unos niños, no nos llevábamos muchos años, solo uno, pero cuando teníamos seis y siete años él era una pequeña pulguita adorable, por lo cual lo consentía y protegía con mi vida, al menos así fue hasta comenzó a crecer dejándome pequeña a su lado y cuando comenzó a aprender luchar ya no necesitó que lo defendiera y terminaba siendo él quien lo hacía, al menos lo hizo hasta que me uní a la ToMan y a partir de allí comenzamos a pelar juntos, uno al lado del otro, éramos un equipo, inseparables...
Me detuve al sentir un aroma que me tranquilizó y caminé hacia las flores sin dudarlo, hincándome frente a ellas, dejando que su aroma me envolviera completamente
Cerré mis ojos disfrutando del aroma y la suave brisa que había en el lugar, era absurdo, pero sentía como si esa brisa intentara consolarme, como si de alguna manera Kei quisiera decirme que aún estaba conmigo... estúpido
