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Estar en malos términos con Mikey nuevamente me traía recuerdos, habíamos pasado de vernos a diario, a no vernos, era como si hubiéramos vuelto el tiempo atrás, como si hubiéramos vuelto a la época en que recién se había creado Bonten, y eso no duró solo unos días, los meses comenzaron a pasar y él seguía con la misma mentalidad, lo cual me hizo dar cuenta que Manjiro jamás cambiaria y debía seguir con mi vida, si quería permanecer enojado por eso, era su problema, ya no me importaba

Prefería pasar mí tiempo con mi familia a perderlo pensando en él, ya había pasado mucho tiempo en el pasado sufriendo por él, no volvería a pasar por eso, no quería hacerlo

Los días y meses pasaban rápido cuando estabas rodeado de personas que te aman y hacen bien, eso pasaba conmigo, ver a mi niña crecer era increíble

Kei era una niña dulce, traviesa y muy inquieta, se la pasaba gateando de lado a lado, balbuceando y buscando atención de todos los que la rodeaban, era la reina del lugar, todos cumplían sus caprichos y se peleaban por ella

Cuando la pequeña comenzó a caminar fue un caos, aunque solo lo hacía poco, amaba gatear ya que se movía mucho más rápido de esa manera

Mi madre me había dicho que tanto Keisuke como yo habíamos sido su calvario, el mejor que había tenido, pero que con mi hermano siempre provocábamos caos donde sea que fuésemos, y según ella Kei era mi karma, porque era igual a mí de pequeña

Me encontraba corriendo lentamente por los pasillos siendo seguida por Kei que reía gateando detrás de mí

¡Niisan!- grité entrando a la sala

¿Mei? ¿Qué sucede?- Izana me atrapó cuando me tiré sobre él

¡Me quiere comer!- señalé detrás de mí a Kei que se sentó al vernos, estirando sus brazos hacia nosotros

Mira su carita, como va a comerte esta cosa hermosa- se hincó conmigo aun aferrada a él y tomó a Kei entre sus brazos, quien aprovechó para morderme el brazo

Te lo dije- me quejé

¿Está rica mamá?- preguntó el albino divertido y la pequeña dejó de morderme para reír poniendo sus manos sobre la mejilla de Izana que sonrió cerrando sus ojos

Verlo de esa manera era realmente adorable, él se veía tan feliz y en paz cuando estaba con Kei... me hacía olvidar por completo que era el líder de la organización más temida

Había decidido dejar de amamantar a Kei cuando había cumplido su primer año, había convencido a los Haitani e Izana de volver a trabajar en misiones, por lo cual había días que no estaba en casi todo el día y si seguía amamantando a Kei seria doloroso tanto para ella como para mí, pero eso había desencadenado un lado bastante agresivo de la pequeña a la hora en que le daba el biberón, siempre terminaba tirándomelo en la cara y mordiéndome cuando intentaba cargarla

Sí, mi hija era una caprichosa y berrinchuda, pero no podía culparla, todos la consentían demasiado, incluyéndome, sabía que debía mirarme con sus ojitos y caería a sus pies, por lo cual todas las noches terminaba amamantándola para que se durmiera

Creo que tiene hambre Mei- susurró Izana al ver como mordía mi brazo entretenida

Le quise dar el biberón y me lo tiró por la cabeza- me quejé- Rin y Ran no están, así que tuve que dárselo yo, ya sabes cómo se pone

Yo me haré cargo- asintió- ¿Qué dices Kei, comes con el tío?

Gritó una palabra inentendible que pareció una afirmación, aunque dedujimos eso porque rió y dejó de morderme, solo por ello

Me bajé del albino dando un paso hacia atrás y corrí hacia su habitación para tomar el biberón, el cual le llevé al líder que se alejó de mí hablando con la niña mientras la alimentaba

| Without you | Hermanos Haitani | +18 (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora