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Haber ido a ver a los Haitani a la prisión había sido la peor experiencia de mi vida, por desgracia ellos no se encontraban en el mismo lugar que mi hermano, los habían puesto en un lugar mucho peor, los guardias me habían manoseado al revisarme y al llegar a donde podría verlos, solo estaba Ran sentado en una mesa, encadenado a la silla como un animal rabioso, ni siquiera me dejaron abrazarlo, no me habían dejado acercarme a él

El guardia que me había llevado hasta allí me sujetó cuando me quise acercar a él y me empujó hasta hacer que cayera sentada en la silla frente la Haitani que observaba al sujeto furioso

Ran...- susurré

¿Qué haces aquí?- bajó su mirada hacia mi

¿Dónde está Rin? ¿Está bien? ¿Tu estás bien?- dije apenas audible

No te preocupes por nosotros- negó

¿Cómo me pides eso? Claro que me preocupo por ustedes... solo dime que hacer, ¿Como los saco de aquí?- pregunté mientras las lágrimas comenzaban a caer con desesperación por mis mejillas- por favor, dime que hacer...

Debes ir a casa y no volver aquí, jamás- negué ante sus palabras- escúchame Mei, te prohíbo que vuelvas, no volveré a aceptar estas visitas

¿Porque?- pregunté desesperada poniendo mis manos en la mesa, quería acercarme a él, necesitaba tocarlo y saber que en verdad estaba bien

Aléjate de la mesa- dijo el guardia

Bebé...- susurré ignorando la orden del sujeto

Vuelve a casa Mei, te prometo que volveremos por ti- sonrió de lado- sé fuerte ¿Si? Por favor... sé fuerte y espéranos

Sentí como me tomaban del brazo y quise soltarme, pero solo apretaron más el agarre haciendo que soltara un pequeño quejido

La lastimas y te mataré- amenazó Ran al guardia

Eso fue lo último que vi de él antes que me sacaran de la sala prácticamente arrastrándome, luego de eso intenté volver a verlo, en verdad lo intenté, pero cada vez que iba a la correccional Ran se negaba a recibirme y volvía a casa aún más herida de lo que había salido, así que dejé de intentarlo, dejé de salir para ir al reformatorio y a cualquier otro lado, solamente me dedicaba a estar tirada en la cama, y si no hubiera sido por mi madre que me visitaba casi a diario para asegurarse de que me alimentara, me hubiera aislado del mundo por completo

El celular sonando constantemente era el único ruido que se escuchaba en la casa, las risas o peleas de los hermanos siempre llenaban ese lugar y ahora se encontraba todo completamente en silencio, lo que hacía que me sintiera aún más sola si es que era posible

Escuché mi celular por fin dejar de sonar al mismo tiempo que la puerta de la habitación se abría

Es hora de que vuelva a casa- vi a mi madre entrar y suspiró al detenerse a mi lado- Mei...

Sentí como se sentó en la cama para acariciar mi cabeza lentamente, esa era su rutina diaria, venia en la hora del almuerzo para obligarme a comer y se quedaba toda la tarde en la casa haciéndome compañía, aunque yo no me movía de allí más que para ir al baño, luego me traía la cena y antes de irse siempre se sentaba a mi lado hablando de su día o de algún recuerdo mientras acariciaba mi cabello para luego de unos minutos despedirse de mí y volver a casa

No tenía fuerzas para hacer nada, estaba agradecida de que ella estuviera a mi lado, pero a la vez me sentía muy culpable, siempre estaba preocupándola y odiaba eso.

Deberías atender el teléfono, Chifuyu está preocupado por ti- dijo cuándo mi celular volvió a sonar

No quiero- susurré- no quiero escuchar cómo me regaña

| Without you | Hermanos Haitani | +18 (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora