D
ejo el primer papel en la mesa.
Tu hermano está llorando.
— Lo abrazo y acaricio su espalda, intento averiguar qué o quién los hizo llorar para romperle la cara a golpes. — dijo con simpleza el de cabezo melocotón. — Nadie molesta a mí hermanito.
— También las abrazaría y acariciara su espalda, pero no creo que recurrir a la violencia de su llanto las calme.— hablo el de cabello lila haciendo contacto visual con el sonriente.
Akane asintió segura, creía que eso estaba bien porque había visto a Haijame hacer eso con su tonto hermano llorón cuando eran apenas unos niños.
— Lo golpeó, un hombre jamás debe llorar o mostrarse débil. — Cállate o te encajon una pila, flaco. Pensó Smiley
— Primero mandaría a preparar un baño con burbujas y agua tibia. Cuando esté listo lavaria su cabello con cuidado, finalmente lo recostaria en la cama con alguna tontería en la tele que lo distraiga. — explico el Haitani, dejando con la boca abierta a los demás. — Después mataría al idiota que lo lastimó o algo así pero esos son detalles.
— Eres mejor hermano de lo que pensé, Anabello. — comento Nahoya, provocando que una vena resaltará en el más alto.
— Repite eso, bola de pelos.
— Sería medio jodido que lloren pero no hay que ceder ante sus tonterías. — hablo el de ojos lavanda, jugando con la pajita de la caja de jugo.
— Concuerdo. — hablo el adulto 'funcional' presente. — Mimarlos de esa manera solo los hará más caprichosos e irrespetuosos.
Izana cerro los ojos ¿Qué haría si ve a su pequeña princesa llorar?
— Mataría al infeliz que la hizo derramar sus lágrimas.
Todas las miradas se posaron en él. — ¿Qué? ¿Acaso ustedes dejarían vivir en paz al mal nacido que hizo llorar a sus menores? Patético. — atacó ofendido.
Akane sudo frío ¿Qué querían que hiciera? ¿Cometer suicidio o qué? Su hermano debía ser fuerte no un maricón.
— Izana tiene razón. — murmuro Ran. Nahoya asintió.
Shinichiro y Mitsuya parpadearon perplejos ¿Con que clase de locos de juntaban?
Los ojos de Mana se llenaron de lágrimas, su labio tembló y sus manos sudaron. Su carita roja demostraba que no quería llorar, ella era una niña fuerte.
— ¡Pedile perdón pelotudo! — atacó la castaña alta, viendo furiosa al rubio petiso que estaba de brazos cruzados con las mejillas hinchadas.
— Comandante, por favor. — hablo Angry, quien veía preocupado a la menor.
¿Que había pasado? Simple.
Estaban haciendo torres con bloquecitos cuando Mikey, al ver qué las hermanas de Mitsuya estaban ganando, pateo su torre delante de todos. Y, para desgracia de Mana, un bloquecito golpeó su ojo.
— Nadie me gana. — su rostro neutro asustó a las niñas, quienes se escondieron detrás de Hakkai.
— Eu, eu, son pendejitas todavía. Loco de mierda. — atacó Rindou molesto, él era un bruto pero jamás haría esa tontería.
Emma agarro el puente de su nariz. No solía llorar por tonterías, pero jamás pensó que ver a dos niñas adorables al borde del llanto lastimaria su alma.
Inui, quién veía todo de lejos suspiro y camino hasta un banquito de plástico rojo. Lo coloco en una esquina antes de ir por Manjiro y sentarlo.
— Quédate acá y pensa en lo que hiciste. — atacó. Estaba por golpearlo pero en sus ojos encontró la mirada enojada de Kenchin y obedeció sin más. — Vení acá, pequeña.
Se arrodilló entendiendo los brazos y la niña corrió hasta él en busca de protección. Lloro un rato, liberando en forma de agua salada el miedo que sintió cuando Mikey se paro enfrente de ella enojado antes de golpear su arduo esfuerzo.
Limpio su carita y beso su frente antes de sentarse con la menor en su regazo, en el sillón enfrente de la mesa. Agarro un paquete de galletas, sus uñas algo largas facilitaron la tarea de abrir el paquete.
La menor comió un poco más tranquila. — Jugo.
Eso obtuvo.
Yuzuha, sacó una foto cuando ambos se quedaron dormidos. Debía mostrársela a Mitsuya cuánto antes.
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Big Brothers - Tokyo Revengers
FanfictionPequeñas situaciones que pasarían si juntan a todos los hermanos mayores en una habitación, y a los menores en otra.