Simbiosis (Eruri)

Capítulo 7

-Oi, oi, ¿Por qué estás tan distraído? Concéntrate- ordena abarcando la mitad de esa gruesa longitud en su boca, iniciando un rítmico vaivén que gana profundidad.

A pesar del placentero estimulo, el malestar en su pecho no aminora y su acompañante no tarda en desistir de sus intenciones de una apasionada noche, incorporándose con un suspiro. Apenas se acomoda en su regazo, rodea esa estrecha cintura y se oculta en su pecho.

-Lo siento, Levi, deseo esto, pero... ¿Por qué no puedo acompañarte? Te marcharás por dos o tres semanas, pronto terminaremos de grabar la serie, si aplazas el viaje un—

-No, Erwin, me iré mañana al mediodía- afirma deslizando los dedos por esa rubia cabellera, consiguiendo que se relaje al masajearlo con suavidad- Vas a estar muy ocupado en mi ausencia, cuando terminen las grabaciones te encargarás de los preparativos de la boda, hice una lista con lo que falta.

-¿Por qué no quieres que vaya? Los chicos nos ayudarán con los preparativos, no es necesario que me quede, Levi- protesta saliendo de su escondite, disfrutando de esos dulces labios que se apoderan de los suyos- Tengo miedo de que algo te suceda y no estar ahí para protegerte... lo sé, es ridículo, puedes cuidarte solo, pero...

-No es ridículo, Erwin, yo también siento ese miedo cuando te ausentas por meses de casa, te prometo que voy a estar bien y te llamaré todos los días, tengo que hacer esto solo, Erwin, pronto lo entenderás.

-Sí, amor, no sé si aguantaré tres semanas lejos de ti...

-Entonces te daré algo especial para que no me extrañes mucho, cierra los ojos.

Acatando la indicación, escucha varios sonidos que aumentan su curiosidad hasta que esa bonita voz lo autoriza a mirar y traga saliva con la escena que descubre. Su sensual novio usa las medias oscuras que le fascinan junto a una reveladora falda a cuadros que cubre lo preciso y una ceñida camisa blanca con una corbata negra.

-Cuando jugamos verdad o reto en la casa del barbudo idiota confesaste dos fantasías, un juego de rol alumno-profesor y grabarte teniendo sexo, creo que es un buen momento para cumplir ambas, pero tengo una condición.

-Cla-Claro, lo que tú quieras, amor.

-Oi, oi, ni siquiera te excitaste cuando te la chupé y ahora estás muy duro, no sé si sentirme ofendido o halagado- gruñe acercándose con un marcado contoneo que captura por completo la atención del mayor, arrodillándose frente a él- Puedes grabarnos con tu teléfono, incluso te dejaré escoger las posiciones, pero guardarás muy bien esa grabación y la borrarás cuando regrese, ¿De acuerdo?

-Sí, amor, lo prometo.

-Bien, entonces, ¿Con qué quieres comenzar? Haré todo lo que me digas, Erwin.

-Chúpamela, quiero correrme en tu rostro, Levi.

Abriendo la cámara, cambia al modo de video y presiona en el botón rojo, enfocando al menor que lame su erección de la base a la punta antes de tragarlo con ímpetu. Al cabo de unos breves minutos su resistencia es puesta a prueba producto de la intensa felación y se aparta en el instante exacto que su esencia se dispara, manchando esa pálida piel.

-¿Lo hice bien, profesor? Merezco una buena calificación, ¿Verdad?

-Aún no me convences, tendrás que trabajar más duro si quieres una buena calificación, recuéstate en la cama y mastúrbate, buen chico, más rápido, aprieta en la punta, ya está goteando, ¿Quieres correrte, Levi?

-Nngh, te quiero dentro, profesor, mételo.

De inmediato complace al pelinegro, transformando esos jadeos en graves gemidos que exigen rudeza y toma un primer plano de su hombría hundiéndose en ese estrecho canal que se contrae a su alrededor.