Simbiosis (Eruri)

Capítulo 1

-¿Te gustó la cena, amor?

-Sí, pero prefiero tu comida, Erwin- responde aprovechando que el mantel cubre la distancia del borde de la mesa al suelo y presiona la entrepierna del rubio con la punta del zapato- Regresemos a la habitación, quiero comer el postre.

-S-Sí- carraspea nervioso por esas osadas acciones y pide la cuenta, dejando una generosa propina al mesero que los atendió- Muchas gracias, buenas noches.

-Disculpe... ¿Nos podemos tomar una foto? Por favor, adoro la serie que están grabando, me alegra mucho que renovaron otra temporada.

-Gracias, por supuesto, ¿Puedes tomarla, Levi?

En solo unos segundos, otros clientes del restaurant se acercan a saludarlo y se esfuerza en no demostrar la incomodidad que lo recorre, siendo de bastante ayuda las sonrisas de orgullo mezcladas con diversión que le dedica el pelinegro. Hace cuatro años comenzó una fructífera y exitosa carrera en el mundo de la actuación, ganando diferentes premios y una creciente base de fanáticos que constantemente le demuestran su cariño. A pesar de que siempre es un agrado retribuir un poco del enorme apoyo que le entregan, todavía le cuesta manejar la ansiedad en esas situaciones. Después de despedirse se marchan al hotel y se desabrocha la camisa con un suspiro cansado, sentándose en la amplia cama.

-Nunca me acostumbraré a esto, es tan extraño... si supieran todo se decepcionarían de mí...

-Oi, eso no es cierto- lo contradice acomodándose en su regazo e inicia un cariñoso beso que es correspondido- Yo sé todo y no estoy decepcionado de ti, eres un buen hombre que ha sufrido demasiado, pero ahora estamos juntos, no permitiré que te lastimen.

-Levi... a veces tengo miedo de que esto sea un sueño, no quiero perderte, eres lo único bueno que tengo...

-No vas a perderme, te amo, Erwin, pero te equivocas en lo último, tienes que darle la oportunidad a nuevas experiencias y a nuevas personas, amas tu trabajo, tu rostro se ilumina al revisar un nuevo guion y encontraste buenos amigos que te aprecian, ahora tienes más cosas que te hacen feliz.

-Suenas como mi psiquiatra- susurra rodeándole la cintura con los brazos y disfruta de esa calidez que desprende- ¿Por qué estás conmigo, Levi? Ya no tengo arreglo.

-Yo tampoco, pero aun así hemos construido algo muy especial, siempre voy a estar a tu lado, Erwin.

Esas palabras esfuman sus inseguridades y recuesta al menor, desvistiéndolo antes de intercalar lamidas con mordidas por cada centímetro de esa pálida piel, obteniendo pequeños jadeos. En cuanto alcanza el lubricante del cajón del velador, lo esparce en sus dedos y lo prepara a consciencia, ignorando el duro bulto bajo su pantalón.

-Ya estoy listo, Nngh, mételo de una vez, Erwin.

-Sé paciente, amor, no quiero lastimarte.

-Tsk, estás exagerando- gruñe intercambiando de lugares y desnuda al mayor, posicionando la punta de esa gruesa erección en su entrada- Esta cosa grande no va a romperme, me gusta que me cuides, pero también me gusta que seas apasionado, el sexo contigo es maravilloso, jamás había experimentado estas sensaciones, tienes que tomar la responsabilidad.

-Lo haré encantado, Levi, me siento igual que tú, también fuiste mi primera vez y despertaste una pasión que no sabía que tenía, solo quiero complacerte, amor.

-Entonces no te contengas y fóllame, estuviste tres meses lejos de casa, ¿Fue suficiente para ti nuestros encuentros semana por medio? – pregunta arqueando la espalda por la sorpresiva embestida y posa las manos en el marcado vientre ajeno- Tsk, bastardo...