Simbiosis (Eruri)

Capítulo 9

Desconoce con exactitud el tiempo que permanece sentado en uno de los escalones, vigilando la puerta que los separa. A pesar de que comprende la necesidad de su novio por afrontar a los fantasmas de su pasado sin compañía, es difícil controlar la ansiedad junto al poderoso impulso por ir a su lado. El sonido del teléfono lo sobresalta y lee el mensaje que acaba de recibir.

"Kenny: ¿Cómo van las cosas con cejas grandes? ¿Le gustó el regalo o te mandó a la mierda?" (23:31)

-Tsk, idiota...

"No lo sé... lleva horas encerrado con ese cerdo de mierda, supongo que es una buena señal, ¿Verdad?" (23:32)

"Kenny: Tú lo conoces mejor que yo, ¿Eso es bueno o malo?" (23:32)

"A Erwin no le gusta la violencia y empeoró después de los años que sirvió en el ejército, cree que el diálogo es la mejor manera de solucionar un problema, tal vez están hablando" (23:33)

"Kenny: ¿Una charla corazón a corazón? Cejas grandes es tan aburrido, si no acaba con ese cerdo tendrás que hacerlo tú, ¿Aún recuerdas lo que te enseñé, enano? Esa mierda causará muchos problemas si lo liberan y no voy a salvarles el culo" (23:34)

"Imbécil" (23:34)

"Kenny: Cuida el culo de tu futuro esposo, a personas como nosotros no nos importa asesinar, solo necesitamos inventarnos una razón, pero él es distinto" (23:35)

"¿Estás preocupado por Erwin?" (23:35)

"Kenny: No quiero aguantar tus lloriqueos si te quedas viudo, además, ¿Quién estará tan mal de la cabeza para fijarse en ti? Cejas grandes es el único idiota que se casaría contigo" (23:36)

"Vete a la mierda, bastardo" (23:37)

"Kenny: Nos vemos en la boda, enano, quiero un buen licor, esa mierda barata es asquerosa" (23:37)

Una discreta sonrisa se apodera en sus labios mientras posa un costado de la cabeza en la pared. A medida que la somnolencia lo invade, se dispone a descansar unos minutos que se extienden hasta que unos suaves toques en el cuello lo sobresaltan y se relaja al reconocer ese bonito rostro, percatándose de aquel rojo que tiñe su ropa.

-¿Estás herido, Erwi—

Un apasionado beso le impide continuar, tornándose más demandante antes de que se aferren a él con cierta desesperación. Durante largos segundos permanecen en esa posición y el rubio se aparta con lentitud.

-Perdóname, Erwin, creí que esto te ayudaría... cometí un erro—

-Ya no tengo miedo... él tiene razón, eres nuestro pequeño ángel, gracias por este regalo, Levi, te amo- afirma capturando esos delgados labios en un cariñoso contacto y se levantan tomados de la mano- Ven.

La escena en el interior lo desconcierta y encanta a partes iguales, apreciando los detalles de ese elaborado trabajo.

-Le hice lo mismo que hicieron con mi papá... lo recuerdo todo, al principio solo fueron puñetazos, patadas, luego comenzó la tortura, le arrancaron las uñas, rompieron uno a uno sus dedos, sus muñecas y entonces uno de ellos tomó un martillo para romperle los tobillos... sus gritos eran horribles, aún cubriendo mis oídos podía escucharlo...

-Malditos hijos de puta.

-Mi papá les suplicó que me liberaran, no le importaba morir, lo único que deseaba era que yo estuviera a salvo, pero ellos se rieron, esas asquerosas risas siempre resuenan en mis pesadillas, mezclándose con los gritos de mi papá... al cuarto día lo colgaron como lo hiciste tú con este bastardo y en turnos lo golpearon con una varilla, el quinto día fue el peor, trajeron una sierra, similar a esa que está en la mesita de metal, cortaron sus manos y pies para luego detener el sangrado con una lámina de metal calentada al rojo vivo... jamás he vuelto a escuchar un grito tan desgarrador como el de mi papá en ese momento... ni siquiera en la guerra... fue... fue...