Cuenta una leyenda que las personas destinadas a conocerse tienen un hilo rojo atado en su dedo meñique.
HwanWoong a su corta edad podía ver aquellos hilos característicos, observando como aquellos se extendían a lugares muy lejanos. Pero él pequeño...
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En un abrir y cerrar de ojos el ambiente cambió, ahora se sentía un pequeño aire incómodo entre ambos. DongJu que no sabía que había provocado esta situación y HwanWoong inundado de pensamientos absurdos como negativos.
Él castaño estaba dolido, no tanto por que estuviera enamorado del chico a su lado, no. Si no estaba dolido por que los hilos siempre estaban ahí para recordarle su maldita posición. Recordándole que él no estaba destinado a nada. Y que por mucho lo intentara pasaría lo mismo que paso con... SeongHwa o peor aún, como con YoungJo.
Él peli negro observo la pequeña figura a su lado, así notando los ojitos cristalizados de su mayor. Esto lo alteró en demasía, parando así abruptamente y agarrando entre sus manos los cachetes redondos del chico. Ambos ojos volvieron a conectarse, así volviendo a traer en si al castaño, este sorprendido parpadeo rápidamente y apenado.
— Hyung, ¿Se encuentra bien?. -Dandole pequeñas vueltas a su rostro para inspeccionar- Esta muy pálido, ¿Le duele algo? ¿Quiere ir al médico?.
— N-No, estoy bien. -Comento entre balbuceos- Es mejor que vayas a casa Ju.
— Pero...
— ¿DongJu?. -Se escuchó una voz gruesa a la lejanía, así haciendo que ambos chicos voltearan en dirección a la voz- Oh, ¡Eres tú pequeño conejito! -Comento alegre aquel bonito castaño-.
HwanWoong quería que se lo tragara la tierra.
— ¿YeoSang Hyung?. -Comento sorprendido él peli negro al ver a su bonito amigo y vecino-.
— ¿Quién más seria?. -A pasos rápidos corrío hacia él en un abrazo- Cierto, GeonHak te estaba buscando en tu casa. -Sus ojos se desviaron y notaron la pequeña figura junto a su amigo. Una que reconoció perfectamente- Oh, ¿Eres amigo de Seongie no?.
"Seongie", él castaño apretó su puño discretamente, quería irse de este momento tan incómodo y tortuoso. Asintió erraticamente y como pudo hizo una sonrisa. Él peli negro lo observo, y no mentiría en lo fingida que se vio esa sonrisa, sus ojos volvieron a su vecino viéndolo con aquella sonrisa auténtica y sincera que tenía.
Tal vez DongJu no entendía, pero pudo notar un aura más incómoda al llegar la presencia de su amigo. Algo pasaba, no era idiota, se acercó un poco al pequeño y amistosamente lo agarró de sus hombros, así causando un pequeño respingo.
— ¿Enserio?, no te preocupes, luego lo busco. Gracias por avisarme Hyung. Nos vemos luego. -Dicho aquello acerco al pequeño a su lado y caminaron lejos del bonito castaño. Él cual se despedía alegremente-.
Ambos caminaron un poco más hasta que estuvieron lo suficientemente lejos. El castaño una vez fuera de ahí pudo por fin respirar, realmente estuvo agobiado con la situación. Él peli negro visualizo una pequeña banca junto a un pequeño árbol y sin dudarlo sento al chico. HwanWoong lo veía curioso.
