𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓'𝐒 ; D.M

THE ARRANGENENT

TW: MENCIÓN DE ENGAÑO.

Draco siempre había sabido que se casaría joven y, además, que ese matrimonio estaría muy lejos de su control.

Sentía como si sus padres hubieran escrito su compromiso antes de que naciera, en realidad, sabía que lo más probable es que eso fuera una realidad.

Se esperaba de un matrimonio de sangre pura, y sus padres no se arriesgarían a que desperdiciara el nombre de su familia con alguien que no valiera la pena.

Así que habían redactado un acuerdo con uno de los amigos íntimos de Narcissa del colegio antes de que sus hijos nacieran.

Aunque la familia Rosier sólo era medio Slytherin, su nombre y su linaje eran lo suficientemente respetable como para que eso no importara.

Juliet Rosier había conocido a Draco toda su vida, aunque nunca le había gustado demasiado. En realidad había asumido que su compromiso sería con Theodore Nott, por lo que la noticia le había resultado bastante impactante.

Después de la guerra, la mayoría de las bodas se pospusieron, y muy pocas parejas se comprometieron, ya que decidieron dar prioridad a la curación de los traumáticos años que todos acababan de pasar en lugar de comprometerse en papel.

La familia Malfoy, sin embargo, decidió hacer todo lo contrario.

Su nombre había perdido casi todo el respeto que tenía antes de la guerra, y aunque la familia había evitado el encarcelamiento, sus vidas habían quedado prácticamente destruidas tras la guerra.

Por ello decidieron, junto con la familia Rosier que estaba dispuesta a ayudar a sus antiguos amigos, a unir a sus dos hijos.

Los Rosier habían sido famosos por su neutralidad en la guerra, y los Malfoys sabían que esta postura les haría quedar bien ahora que todo había terminado.

( . . . )

— Quiero que sepas que no quiero esto. — Le susurró Draco al oído una noche en la que las familias se habían reunido para comer en casa de los Malfoy. — No te quiero.

Esa noche se estableció el precedente del comienzo de su matrimonio.

Se casaron a los dos meses de terminar su último año en Hogwarts, y sólo un año y medio después de que terminara la guerra. Lo cierto es que fue una encantadora boda, el aire del final del verano hizo que el calor fuera agradable y el dinero que la pareja tenía entre los dos hizo que la boda fuera perfecta, el único defecto fue que ellos no se amaban.

La pareja se mudó a la mansión Malfoy y los padres de él se trasladaron a una de sus muchas otras casas. Juliet había esperado que Draco fuera quizás un poco más amigable con ella después de la boda. Pero se había equivocado más de lo que podía imaginar.

La casa era lo suficientemente grande como para que ella apenas lo viera. No dormían en la misma habitación, de hecho, ni siquiera sabía en qué habitación dormía él.

Estaba segura de que así era exactamente como a él le gustaba. Ella sabía dónde no la querían, pero también sabía que no podía irse.

Así que simplemente hizo lo mejor que pudo para no ser vista ni oída.