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No podía decir que había sido completamente apropósito, no podía enviarla a los calabozos, como haría que pagara lo que hizo, la respuesta llego tan pronto como lo pensó, la encerraría, pero no en los calabozos, estaría encerrada durante una seman...

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No podía decir que había sido completamente apropósito, no podía enviarla a los calabozos, como haría que pagara lo que hizo, la respuesta llego tan pronto como lo pensó, la encerraría, pero no en los calabozos, estaría encerrada durante una semana en los aposentos más alejados y solitarios del palacio, y para acrecentar su tortura sus hijos permanecerían lejos de ella.

La madre sultana llamó a Daye para que efectuaran aquel castigo, todos tenían que saber que podría pasarles si se salían del camino aun siendo la madre de algún príncipe.

Hürrem no tenía nada, el empujón no había sido fuerte, si había caído, pero fue leve, estaba feliz, en realidad presentía que sería una hermosa princesa y que al fin llegara su hermosa Mihrimah, la esperaba con ansias, aunque ya tenía tres princesas no podía evitar esperar a aquella sultana que iluminaba a todos a su paso y que sería la mitad de su alma, aunque esta vez se aseguraría de que su futuro fuese diferente, con Mahidevran a su lado no habría necesidad de casarla con Rüstem porque su mayor amenaza no estaría.

Al pensar en él sintió algo raro, en su vida anterior había estado a su lado y lo había amado de la misma forma que a Süleyman, su corazón podía sentir aun vestigios de ese amor, estaría en problemas cuando él apareciera pues no sabía si su corazón al final terminaría confundiéndose.

...

El sultán supo del embarazo de Hürrem y eso lo hizo entusiasmarse, lamentablemente no todo fue bueno pues su campaña por diferentes motivos se alargaba cada vez más y a ese paso él no estaría para cuando llegara su hermosa princesa.

Mientras platicaba con Shahrazad las contracciones comenzaron, la partera llego para el parto, Shah no la dejo sola, por otro lado, el sultán precisamente estaba logrando la victoria tan esperada.

Entonces nació una hermosa princesa, Hürrem estaba feliz, pero no era solamente ella, también nació un valeroso príncipe, la madre sultana estaba a feliz por la llegada de ambos bebes, en ausencia del sultán ella los nombro, a la princesa la llamo Mihrimah y al príncipe lo llamo Abdullah, Hürrem estaba feliz de por fin tener a su hermosa hija en sus brazos.

Mehmet, Dilruba y Farya miraban a sus nuevos hermanos con mucha curiosidad, Hürrem estaba dormida pues estaba cansada por el parto, sus tres pequeños hijos aprovecharon aquella oportunidad y se recostaron a su lado.

...

Hürrem despertó y pudo sentir la presión en las cobijas, se movió lentamente y sonrió al ver a sus príncipes recostados con ella, los miro por un momento con una sonrisa.

Esos momentos valían totalmente la pena.

Mahidevran entro a los aposentos y sonrió al ver a los pequeños recostados sobre la cama aprisionando a su madre, con cuidado tomo a los bebes de la cuna y beso sus frentes para luego poner un pequeño broche en la ropa de cada uno.

Cambiado la HistoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora