Capítulo 75 - Te he echado de menos

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Lo siento, Honosho - dijo a punto de salir.
Espera... - Doma se giró al escucharlo - ¿por qué estás así?
No lo sé... desde que estuvimos juntos en la feria me siento distinto, te he echado de menos... toda mi vida la gente me ha querido solo por mis ojos bonitos y mi capacidad de escucharlos, y tú... tú eres la única persona que quería hacer algo conmigo que no tuviese que ver con los estúpidos dioses y toda esa mierda... - Doma se sintió raro, ¿iba a llorar? ¿por qué no podía simplemente fingir? - al verte tan feliz en la feria fue como si mi cuerpo, que nunca había sentido nada, despertase... no sé qué hacer... ahora no puedo controlar mis emociones... no entendí por qué estabas feliz conmigo ni entiendo tu ilusión por las cosas, pero de algún modo me siento extraño... no quiero que nadie más sea el responsable de que te sientas así.
Doma... - Senjuro se levantó y se acercó a él, Doma retrocedió hasta chocar con la pared y Senjuro lo abrazó - yo también te amo.

Doma lo cogió en brazos y lo abrazó dándole un pequeño beso, en ese momento se cuestionaba si todo lo que había hecho era un error. Quizás sí se estaba aprovechando de él.

Oye, espera un momento - Senjuro se separó de sus labios mirándolo confundido - no creo que realmente quieras hacerlo... sería mejor si solo me olvidas y...
Senjuro puso un dedo en su boca silenciándolo - cállate, te prefería cuando pensabas menos.

Doma sonrió ante su respuesta y agarró con fuerza su carnoso culo haciendo que Senjuro se sobresaltase, lo había extrañado mucho. Su lengua recorrió toda su boca y sintió cómo su pene se le ponía duro. Bajó a Senjuro y cogió su mano para ponerla sobre su miembro.

Sí que me has echado de menos - dijo Senjuro pasando su mano por él.
Cállate y hazlo - Doma puso sus manos sobre los hombros de Senjuro y le indicó que bajase hasta quedar delante de él.

Doma cogió su pene y lo metió con cuidado en la boca de Senjuro, quien se iba echando hacia atrás instintivamente conforme más intentaba meterlo. Doma agarró su cabeza para que no se quitará y sintió los quejidos de Senjuro, quien sollozaba cuanto más lo iba chupando.

¿Bien? - le dijo Doma preocupado.
Ujumm - Senjuro asintió con lágrimas, el pene de Doma era demasiado para él y cuanto más lo chupaba más sentía que le faltaba el aire.

Doma agarró su cabeza y fue sacando y metiendo su pene en él, disfrutaba cuando Senjuro se quejaba al sentirlo dentro de su garganta. Estaba completamente rojo, no creía que pudiera aguantar más.

Honosho... Honosho, me voy a... joder - Doma sujetó a Senjuro por el pelo mientras se corría y se tragaba todo, si no lo hacía sentía que iba a ahogarse. Doma miraba sus mejillas sonrojadas disfrutando de ese momento.

Doma se agachó para ponerle la mano en la barbilla a Senjuro y que lo mirase, pasó sus dedos por su boca limpiando los restos de su semen y se chupó los dedos. Senjuro miraba atentamente su lengua. Doma aprovechó su descuido y le dio la vuelta bruscamente para ponerlo a 4 patas.

Sí, te he echado de menos... - dijo bajando sus pantalones - pero he echado más de menos a este - dijo agarrando su culo.

Doma penetró a Senjuro bruscamente y le tapó la boca para evitar que gritase, hizo una cuerda de hielo que pasó por su cuello para tirar hacia él.

D-doma - a Senjuro se le caía saliva con los gemidos, Doma disfrutaba de verlo así.
¿Tú también me has echado de menos, Honosho? - le dijo chupando su oreja para bajar y morderle el cuello.
S-sí - Doma aflojó su agarre cuando sintió que a Senjuro le faltaba el aire, solo para volver a tirar de él cuando lo recuperó.
¿Cuánto, nene? - Doma pasó su mano libre por sus pezones apretándolos.
Mucho - dijo entre gemidos, amaba que Doma le tratase así. Sentía sus piernas temblar y quería apoyarse en el suelo con los codos, pero Doma no le dejaba tirando de él.

Doma lo cogió y lo puso en la cama en cuatro, agarrando sus caderas para tirar de él y poder llegar más profundamente. Senjuro apoyo su cara sobre la cama, estaba al límite. Doma lo agarró para meterle de una última embestida el pene hasta el fondo y ambos se corrieron entre gemidos, Senjuro se quedó tumbado sin poder aguantar más y Doma salió de él disfrutando de ver su culo aún rojo después de habérselo follado, abrazó a Senjuro dándole besos en el cuello mientras él respiraba entrecortado recuperando aire.

Te amo - le dijo acariciando su pelo. Senjuro pasó sus uñas por sus manos causándole cosquilleos.

CUANDO EL SOL Y LA LUNA SE UNEN - Akaza × Rengoku +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora