Akaza salió por la ventana para volver a su casa a descansar, le esperaba una bronca de parte de Muzan-sama, pero valía la pena. Ya tendría otra ocasión para matar al chico de los pendientes. Por ahora de olvidaría de eso y pensaría en su querido Pilar, qué ganas tenía de seguir divirtiéndose con él.
Rengoku sonrió aliviado, por fin había vuelto a casa, pero ahora sentía un gran vacío en su interior, ¿era por aquel demonio? No, no era eso, solo iba a ser su juguete y nada más, un demonio jamás podría querer a una persona, o eso quería pensar.
Salió de su habitación camino a la de Senjuro para por fin abrazar a su hermano, estaba tan preocupado por él.
Senjuro - dijo Rengoku abriendo la puerta de la habitación del pequeño sin hacer mucho ruido, para encontrárselo dormido con lágrimas en la cara, se sentía fatal por haber desaparecido así y encima estar pasándoselo bien con un demonio - oye, Senjuro - dijo tambaleándolo un poco al ponerse de rodillas en el suelo a su lado.
El menor abrió los ojos poco a poco hasta ver a su hermano - Kyo... ¡juro! - dijo inmediatamente antes de abrir los ojos como platos y ponerse a llorar a gritos - ¡Hermano, estás bien! Creía que no volverías nunca más.
Vamos, vamos, no llores. No pasa nada, ya estoy aquí - le dio un abrazo para calmarlo.
¿Qué te pasó? Me tenías muy preocupado... - dijo limpiando las lágrimas de sus ojos, aunque seguían saliendo más y más.
Senjuro, seguramente un cuervo te lo dijo pero un demonio me secuestró, estaba empeñado en que me hiciera de los suyos a toda costa, pero conseguí escapar hace nada cuando salió, supongo que a cazar humanos - Kyojuro se sintió apenado al mentir a Senjuro, pero ni de broma le iba a decir que había tenido de amante a un demonio, antes prefería que se lo comiese Akaza.
¿Y qué te hizo? ¿estás bien? - preguntó preocupado.
Estoy aún dolorido por la batalla, pero puedo aguantarlo, no te preocupes por mí - dijo sonriendo como siempre hacía para animar a su hermanito.
Me alegro mucho, hermanito, de verdad sentí que podría perderte - dijo abrazándolo más fuerte - ¿quieres comer algo? Debes estar agotado.
No, no te preocupes, ya cuando amanezca me preparás algo rico, por ahora descansa - dijo levantándose para salir de la habitación.
Hermano, espera - dijo Senjuro entrecortado.
Dime, Sen - se giró Kyojuro para verlo.
No dejes que nadie te separe de mí, no lo aguantaría - dijo intentando contener las lágrimas.
Sí, Senjuro, lo sé. Nadie podrá separarnos jamás, no te preocupes - volvió a mirarlo sonriendo.Kyojuro salió de la habitación y miró hacia abajo preocupado por su hermano mientras se dirigía a su cuarto, se sentía muy mal por él. Antes de llegar a su habitación se chocó con algo.
Ah... padre - dijo sorprendido, lo había sacado de sus pensamientos.
No te han matado - dijo totalmente desinteresado.
Padre, tuve una batalla con... - no pudo acabar la frase al ser interrumpido.
No me interesa - dijo Shinjuro al hacerlo a un lado para dirigirse otra vez a su habitación y dejar a Kyojuro solo.Los ojos del Pilar se volvieron cristalinos, sentía que no podía aguantar más esa situación. Podría haber muerto y a su padre no le importaría lo más mínimo, joder. Entró a su habitación y se tumbó en su futón, estaba agotado. Puso su brazo sobre su cabeza tapando sus ojos y suspiro preocupado, odiaba su vida con todas sus fuerzas. Siempre estaba sonriendo a los demás, buscando solucionar todo y animando a todo el mundo, pero ¿quién hacia eso por él? Se sentía realmente agotado.
Al final mientras estaba metido en sus pensamientos acabo durmiéndose.
ESTÁS LEYENDO
CUANDO EL SOL Y LA LUNA SE UNEN - Akaza × Rengoku +18
RomanceLos matademonios salen a cazar sabiendo que pueden no volver a regresar nunca más, todo por los malditos demonios que solo quieren causar dolor, disfrutando al destrozar las vidas humanas. ¿Pero realmente todo eso es así, era esa la única verdad? Ky...