Disco de Vinilo | Taekook

Capítulo 1

11/02/2017

La tarde fría se sentía en el aire que emanaba la ciudad de Busan, era febrero, el último mes de temperatura fresca, pues en las próximas semanas estaríamos entrando a la temporada calurosa, donde los abrigos y las bufandas serían cambiadas por ropa ligera, con tela de fibra natural.

Me encontraba como de costumbre en la tienda donde trabajo, limpiando uno que otro disco de la estantería, mientras tarareaba al ritmo de Low tide love de Tipling Rock. Había descubierto esa canción hace unos días cuando me econtraba escuchando música en Youtube, al mismo tiempo que terminaba mis trabajos de la Universidad. Quedé fascinado con el ritmo que empecé a escucharla repetidas veces hasta que me terminé obsecionando con la melodía.

Actualmente me encuentro en el último semestre de mi carrera, estudio Literatura inglesa en la Universidad estatal de Busan, algo que quizás te parezca peculiar, es decir, creo que no debe ser tan usual que hayan chicos tan interesados por esta rama, ¿Verdad? pero como ya había mencionado antes, yo, Jeon Jungkook, sigo siendo la excepción. Tal vez ese es mi dilema, romper con los típicos estándares a los que las personas están acostumbrados a tratar.

Mi pasión por la escritura surgió cuando tenía siete años, era un pequeño aún, pero mi mente siempre fue más grande al igual que mis sueños. Empecé escribiendo anotaciones al reverso de mis cuadernos, cosa de la cual me arrepiento en cierto modo, pues en una ocasión uno de los niños que compartía clases en mi salón, descubrió tales escritos, los cuáles sirvieron como motivo de burlas. Nunca lo entendí, nunca logré comprender por qué escribir sobre los árboles y las flores era causa de burla, a mí me encantaban pero para mis compañeros fue algo que catalogaron como "raro".

A raíz de ese suceso deje la escritura por un buen tiempo, hasta que culminé la primaria y las puertas de la secundaria llegaron a mi vida, despertando nuevamente ese sentimiento por escribir. Me gustaría decir que fue algo positivo, pero la razón se debió a un suceso igual o incluso más deprimente que el anterior.

Cuando empezaba el primer año en la preparatoria tuve ciertos problemas para integrarme, desde que tengo memoria siempre fui un chico bastante tímido, me era difícil entablar conversación e incluirme en los grupos. Por tal razón las cosas fueron igual de complicadas durante esta etapa y los problemas incrementaron más cuando acepté por primera vez mi homosexualidad.

No tenía amigos y siempre era el estudiante sobrante cuando se tenían que realizar trabajos en grupo. En las excursiones siempre iba sólo en el autobús, algo que no culpo...solo piénsalo, ¿Quién podría disfrutar un viaje con alguien como yo? No era tan interesante como para ser notado.

A veces la timidez puede privarte de muchas cosas que pudieron ser geniales y fue algo que pude comprobar en todo ese transcurso, debido a eso empecé a escribir, siendo esta vez un poco más cuidadoso. Una tarde al salir de clases me dirigí a una librería que quedaba a unas cuadras de mi escuela y fue ahí donde compré una pequeña libreta color verde, era mi color favorito y traía un diseño de hojas en la portada, lo cual la hacía más perfecta.

Desde entonces empecé a escribir en el pequeño cuaderno que denomine como una especie de "diario personal", donde escribiría todo aquello que verbalmente no podía expresar, como una autoterapia.

Eso y el hecho de conocer a un amigo tan especial como Hoseok, fueron la razón por la que mi estado depresivo tuvo mejoras con el tiempo. Ya no me sentía sólo y era tan agradable pasar momentos que en otra época fueron incómodos, con un amigo. Hoseok, el azabache de ojos pequeños que cuando sonreía se perdían, era el típico amigo que toda persona necesitaba en su vida, tan amable, alegre y con un buen humor que le levantaría los ánimos al más triste.