Disco de Vinilo | Taekook

Capítulo 3

11/03/2017

El amor, ¿Qué es el amor? Es un término tan complejo que a veces no sabemos cómo definirlo de manera exacta. Se dice que el amor es aquél sentimiento intenso que todo ser humano llega a experimentar, al menos una sola vez en su vida.

No es más que un conjunto de varias emociones, que al complementarlas forman una sola, pues en el amor experimentamos muchas situaciones. En el amor se puede reír, llorar, gozar, maldecir y en el peor de los casos termina en olvido.

Pero para alguien como yo el amor era un mundo totalmente desconocido, tan ajeno a la normalidad de mi vida, una vida que parecía no tener esperanza de sentir la ley de atracción de la que todo adolescente, llega en determinado momento, a sentir. O al menos eso creía.

Siempre pensaba que el amor nunca tocaría mi puerta y vaya que me río ahora por ser tan crédulo, aferrándome a esa idea por varios años, porque justo ahora todo era completamente distinto, todo gracias a Kim Taehyung. ¿Quién lo diría? ¿Quién hubiera creído que yo, Jeon Jungkook, me llegaría a enamorar alguna vez?

Nunca lo pensé o quizás estaba tan lleno de miedo que lo esquivaba a toda costa, pues alguien como yo, quien siempre permanecía al margen de la situación, tan sumergido en su propio mundo, era el menos indicado para amar.

Durante la secundaria fui el típico chico invisible, el menos atractivo físicamente, aunque a excepción de mis padres y Hoseok era todo un galán, siempre me lo recalcaban, pero cuando un halago viene de parte de tus padres o de tu propio amigo hay algo de duda en ello, es inevitable, porque son personas que te quieren y aunque a veces duele aceptarlo, siempre te dirán lo que precisamente quieres escuchar.

Por tal razón, nunca lograba creer del todo lo que me decían y es que cuando creces en una atmósfera gris, donde en tu propia escuela se burlan por tu físico, es tan difícil aceptar tu cuerpo. No importa cuántas veces te lo repitan, siempre que te veas al espejo terminarás llorando por no sentirte suficiente.

Desgraciadamente, en esta sociedad tan superficiel, la belleza parece ser lo único relevante y es una presión que te perisgue a diario, volviéndose una carga cada vez más pesada. Por algo sentía que las probabilidades de llegar a tener "algo" con una persona tan irreal como Kim Taehyung, era imposible. Sólo bastaba con observarlo para darme cuenta, él era todo un sueño, tan perfecto y seguro, en cambio yo...no era más que un ser lleno de miedos.

[...]

Era sábado por la mañana, lo que significaba que hoy no me tocaba trabajar, como saben yo estaba en la Universidad, por lo que estudiaba los días sábados para poder trabajar durante la semana y así no verme perjudicado con mis horarios, pues el dinero me era necesario para cubrir algunos gastos extras de mis clases.

Me levanté muy temprano, mis clases empezaban a las 8am y debía tomar un autobús para llegar. La Universidad Estatal de Busan quedaba a unos 40 minutos de mi casa, por lo que debía alistarme desde las seis para llegar con algo de tiempo.

Una vez listo, bajé a la cocina donde mis padres me esperaban para desayunar, algo que hacíamos siempre. Mi mamá se llama Susan y mi padre Jeon Jungkook, de ahí el porqué de mi nombre.

Mi madre era secretaria y mi padre trabajaba en el Bufete de Abogados de la ciudad. Vivíamos cómodos de cierta manera, con lo justo, sin embargo yo busqué la manera de ganarme mi propio dinero porque a veces la relación con mi padre era complicada. Yo lo amaba, trataba de siempre ser el hijo perfecto para él, pero a veces mis intentos por ser el mejor parecían no ser suficientes.

Mi padre solía ser un conservador, no porque él lo eligiera sino porque fue una ideología que mi abuelo le inculcó. Ese hecho fue lo que desencadenó un sinnúmero de discusiones cuando a la edad de 15 años les confesé mi orientación sexual. Sí, efectivamente no me habló por un largo tiempo, era como si desde aquél momento hubiera muerto para él, a diferencia de mi madre que siempre me apoyó desde mis inicios.