Disco de Vinilo | Taekook

Final

04/11/2017

Los copos de nieve caían en las calles de Busan anunciando el año nuevo que se apoximaba, el clima era frío y los niños corrían felices en los parques, sonriendo ante la esperada estación. Algunos jugaban a la guerra con las bolas de nieve, otros hacían ángeles en la blanca escarcha y a su vez, varias parejas caminando de la mano rondaban por ahí.

El clima era agradable sin dudarlo, la nieve adornando cada rincón de las avenidas, las luces navideñas iluminando las plazas que de manera anticipada manifestaban la noche buena. Algo muy precipitado, pues a penas daba inicio el mes de Noviembre, sin embargo para los establecimientos siempre era un plus ofertar los productos relacionados a dichas fiestas para aprovecharse de los pagos y los bolsillos llenos de fin de año.

Entre varias personas que caminaban por el inmenso parque, nos encontrábamos Taehyung y yo, siendo parte de aquella atmósfera llena de calidez y armonía. La luna brillaba en lo alto del cielo y ambos disfrutábamos de la hermosa vista, recibiendo el calor que nuestros abrigos nos daban.

Vaya que los días pasaban y la plenitud era parte de ello, pues nada había sido más tranquilo desde que el castaño mantenía esa cercanía especial, siendo más que un amigo, pues Taehyung se había adentrado tanto a mi vida, dándole color a la opacidad de mis años, dejando los dolores atrás por la hermosa luz que su presencia irradiaba.

El tiempo era agradable en su máximo esplendor.

Dos semanas habían transcurrido desde nuestra graduación, al fin habíamos culminado aquella etapa importante en nuestras vidas, oficialmente éramos egresados y pasamos automáticamente a pertenecer al grupo de los profesionales, alcanzando un sueño anhelado en nuestras vidas.

La celebración fue todo un evento, la señora Kim junto a mis padres se encargaron de todo, una fiesta sencilla junto a las personas más allegadas. La pequeña fiesta dió lugar en la casa de los Kim, a petición de la madre de Taehyung y mis padres aceptaron sin problema, ayudando con todos los preparativos.

Por mi parte, disfruté ayudando con la comida y todo los platillos que se darían, como el postre y los bocadillos. Fui todo un chef junto a mis amigos que no dudaron en sumarse. Aquella tarde de viernes, en la que estábamos a un día de la fiesta, me quedé en la casa del castaño, disfrutando de su compañía junto a Hoseok, Yoongi y un amigo de Tae, llamado Jimin.

Nos llevamos bien desde la primera interacción, Jimin era muy noble y alegre, bastante carismático, cabello rubio y ojos pequeños, muy idénticos a los de Hoseok, pues cada que reía sus ojos se perdían, haciéndolo ver muy tierno. Taehyung y él eran amigos desde pequeños, pues sus madres fueron a la Universidad juntas, por lo que ambos fueron muy unidos desde el jardín de infantes.

Entre risas y bromas, trabajamos juntos elaborando todas las recetas para la fiesta, pero bueno, a veces era difícil coordinarse con todos, pues mientras Hoseok, Taehyung y yo tratábamos de seguir la receta al pie de la letra, Jimin y Yoongi terminaban discutiendo sobre cuál color era mejor para el merengue del pastel y los cupcakes.

Sí, efectivamente se estaban llevando de maravilla, no podíamos esperar menos de este par, pues Jimin trabajaba de diseñador en una empresa de modas y Yoongi ya era un experto en esta rama, por lo que ambos defendían a muerte sus ideas y preferencias. No obstante, sus peleas no sobrepasaban los límites, eran discusiones leves que después terminaban en risas. Sólo eran unos críticos debatiendo profesionalmente, claro que si.

Al día siguiente, la fiesta se llevó de maravilla, todos elegantes y muy animados, disfrutando de la hermosa decoración en toda la casa, al igual que en el jardín. La elegancia resaltaba y en Kim Taehyung no fue la excepción, pues el smoking negro que llevaba le asentó a la perfección, se miraba tan guapo, una sensación que recordé cuando lo ví por primera vez y fue en ese momento en el que sonreí como un niño, tras los hermosos recuerdos.