Lo que realmente quiero... MEWGULF FINALIZADA

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Mew estaba sumamente nervioso, aquel día había sido un imprudencia, la manera en que trato a Kana y luego la manera en que soltó lo que pensaba. No lo había meditado, simplemente estaba tan cansado de todo que lo soltó como si nada.

Sin embargo, no se arrepentía. Había sido una buena decisión hacerlo, porque ahora tendría una cita con los tres omegas. Aún no sabía si se trataba de un solo cuerpo y tres personalidades o si eran tres personas diferentes. Pero sinceramente no le interesaba, solamente quería conocerlos más y tal vez llegar a algo serio con ellos.

Después de haberlo meditado, había decidido tirar todo a la mierda. No le importaba el qué dirán los demás, simplemente haría lo que quería y ya, si se enamoraba de tres personas distintas ¿qué había de malo? No le haría daño a nadie. Fluke lo había dicho, no era nada malo, no era como si le estuviera robando a alguien. Simplemente estaba amando.

Además se había envuelto en una gran investigación sobre parejas poliamorosas, al parecer no era tan raro de ver, tal vez no habían tantas parejas como para que se tomara como algo "normal" del día a día. Pero sí que había parejas que intentaban demostrar que era completamente normal y que era solo amor.

En donde eso se aceptaba más era en Daegu, su lugar de nacimiento, sabía que la familia de los líderes llegaba a tener líderes poliamorosos pero no le había tocado ver a una pareja como tal y por eso le había costado aceptarlo.

Aunque por momentos se reía de sí mismo, porque volvía a lo mismo de antes, no sabía si eran personas distintas. Pero tampoco le importaba, lo importante era el ahora y debía disfrutarlo como tal.

— Suppasit – un lindo omega lo llamaba sacándolo de sus pensamientos

— Kana – soltó observándolo, esta vez sin una máscara de por medio

El omega se veía tan lindo, tenía su lindo cabello rubio bien peinado, sus labios lucían tan dulces y sus ojos, al fin los veía bien. Eran de un color azul grisáceo bastante bonito, le recordaba a aquellos días de nieve en Daegu.

— Estas muy lindo – halago al verlo por completo

— Tú también estas muy guapo, Suppasit – sonrió

Ambos se levantaron para comenzar a caminar, lado a lado con pequeñas sonrisas en sus rostros. Mew estaba nervioso, no sabía si lo que tenía preparado le gustaría al omega, pero esperaba que sí.

— ¿A dónde vamos? – cuestionó Gulf con una pequeña sonrisa

— Pues... debo serte sincero, no tengo mucho dinero a mi disposición – explicó – Pero pensaba ir a un pequeño picnic al parque – señalo al parque que estaba a unas cuadras – Hoy es un día en el que hay varios camiones de comida, uno en especial, su comida es deliciosa y quería que la probaras pero ah... si no te gusta, podemos hacer otra cosa – aclaró con nerviosismo

— Me gusta la idea – comentó – Casi no salgo, solo al trabajo y a la universidad, sería un buen cambio – sonrió

— Qué bueno – asintió - ¿Qué cosas te gustan? – cuestionó

— Me gusta leer, bailar y ver películas en casa – contó – Soy una persona muy aburrida a decir verdad

— No creo que seas aburrido – negó de inmediato – a mí también me gusta leer y ver películas en casa. No bailo bien pero amo la música, estudio para ser productor musical de hecho – explicó

— ¿Enserio? ¡Eso es genial! – Exclamó encantado – Yo voy a ser maestro para niños pequeños, me gustan mucho los niños – sonrió

— Eso es lindo – asintió con una sonrisa boba al imaginarse al omega con varios cachorros alrededor

Ambos continuaron caminando, hablando de muchas cosas, como que Gulf no podía cocinar más que cosas básicas pero Mew le prometió algún día cocinar para él. Prácticamente entre la conversación, planeaban muchas más citas, como ir a un museo, a alguna galería de arte, pasear por el parque o simplemente ir al departamento del alfa para poder escuchar una que otra pista producida por el mismo.

Kana se había prometido que ese día simplemente sería para tener sexo, pensaba que el alfa lo llevaría a algún motel, pero no espero que lo llevara a un espacio abierto en donde había muchas familias disfrutando de las actividades al aire libre.

Comieron con calma, nuevamente hablando de cosas triviales, no llegando a profundizar demasiado y es que Mew había notado que Kana no había querido profundizar en algunos temas, no tenía por qué apresurarlo, en algún momento le diría más y cuando llegara ese momento sería sumamente feliz, porque ya no sería un simple conocido o un simple alfa con el que se toqueteo, sería su alfa.

— Por cierto... ¿cuál es tu nombre? – Cuestionó Mew nervioso – Yo me llamo Suppasit Jongcheveevat, pero no te lo había dicho porque en su momento no lo creí apropiado

— Yo... me llamó Gulf Kanawut, pero no me gusta mi nombre – explicó con la mirada baja - ¿podrías seguir llamándome Kana?

— Claro – asintió con una pequeña sonrisa – Entonces tu puedes llamarme como se te haga más fácil

— Me gusta llamarte Mew – sonrió contentó de que el alfa no indagara más – Se siente especial

— Eres muy lindo – sonrió acariciando su mejilla – tus ojos son tan bonitos

— Muchos decían que eran raros – suspiró recargándose en la mano del alfa – Antes no me gustaban

— ¿Antes? – cuestionó

— Ahora sí, porque a Mew le gustan mis ojos – sonrió emocionado y Mew sintió que su corazón se detenía por un instante

— Eres muy lindo – comentó en voz baja - ¿Puedo besarte?

— Sí

Mew no espero mucho más, simplemente se acercó para besarlo con dulzura. Fue un beso corto pero no único, mientras hablaban y se mimaban, se besaban. Besos cortos que simplemente demostraban cariño.

A ese punto no sabían bien como catalogar su relación, pero el haberse conocido y el seguir conociéndose era lo que habían querido desde que se vieron por primera vez y ahora lo estaban logrando.

Nada más importaba, aunque Mew tuviera muchos pendientes aún, aunque supiera que al llegar a su departamento se desvelaría para terminar las canciones y así tener libres los dos días siguientes. Nada de eso importaba, porque prefería no dormir que perder la oportunidad de conocer a Type.

Mew no entendía, aún no estaba seguro de si eran tres personas diferentes, pero su lobo mismo estaba algo inquieto como si algo faltara y no supiera el que o quiénes. Pero no quería preguntarle a Gulf, no quería arruinar la atmosfera, ya después se preocuparía por aquello. Lo primero era conocer a los omegas.