Capítulo 6

457 42 7
                                    

Desperté con mi corazón latiendo rápidamente.

Estaba teniendo un sueño muy raro. Estaba en una habitación que no era la mía, con Wolf. Estábamos jugando, Wolf tratando de atraparme mientras yo corría de él; era algo que jugábamos mucho en el parque cuando éramos pequeño.

Pero eventualmente, salté sobre la cama que había ahí, y Wolf logró atraparme, literalmente cayendo sobre mi.

—¡Ay! —me quejé mientras sentia como el aire se me iba de los pulmones.

—Lo siento. ¿Estás bien? —Wolf rápido se levanto, preocupado. Yo me acosté panza arriba, mientras recuperaba el aire.

—S-si, estoy bien —dije.

—¿Seguro? Me tiré sin pensarlo —cuestionó el lobo.

—Si —Sonreí. Y Wolf me devolvió la sonrisa.

Conectamos nuestra miradas por un instante. Wolf extendió su mano en mi mejilla, y la acarició levemente. Y pronto acercó su rostro lentamente, hasta que sentí como juntaba sus labios con los míos. Yo solo cerré mis ojos y abrace su cuello, mientras me adaptaba a su beso.

Lo próximo que paso fue... nuevo... para mi. Wolf y yo nos besabamos, y nos acariciabamos de distintas formas. Era un sentimiento nuevo, seductor, placentero... El calor nos hacía sudar, pero era un calor agradable. Y solo deseaba sentir el cuerpo de Wolf.

Ahora está en mi cuarto, en la cama, sudando. Había un leve olor peculiar en la habitación. Y solo me tomo unos minutos para entender lo que había pasado. Y solo me maldije por dentro.

Estábamos a tan solo 5 días para nuestra graduación. Y los nervios se sentían. Así que mis amigos me invitaron a comer con ellos para pasar el rato. Pero Krystal, que conocía sobre mi cita, me preguntó cómo me había ido. Y con pena, les conté todo.

—¿Qué tú qué?

Falco se levantó de la mesa, indignado, y me amenazaba con su dedo. Mientras tanto Krystal y Slippy solo me miraba, sorprendidos.

—¿Cómo carajos se te ocurre salir corriendo en ese momento? Es como si huyeras de tu propio cumpleaños —me cuestionó Falco.

—Lo sé. Fui un imbecil... —dije, bajando la mirada.

—¡Ey, mírame a la cara cuando te hablo!

—Calmate Falco, no estás ayudando —le dijo Slippy. Falco se sentó, molesto.

—¿Pero qué pasó? —me cuestionó Krystal.

—En serio, no sé. De la nada senti que me faltaba el aire y me puse nervioso y... entré en pánico —traté de explicarme.

—¡Eres un idiota! —gritó Falco.

—Cállate, Fox no es un idiota —declaró Krystal.

—No, él tiene razón. Soy un idiota por huir de ahí —acepté. A este paso nunca llegaré a decirle lo que siento. Y solté un suspiro frustrado.

—Vamos Fox, no te desanimes. Puedes hacerlo —Slippy trató de animarme.

—Solo, relájate. De seguro si te sentiste así era porque aún no era el momento correcto —aportó Krystal, y me acarició la cabeza.

—Y procura no hacer ninguna otra estupidez —agregó Falco, aún molesto. Krystal y Slippy lo callaron con la mirada.

Sonreí ligeramente— Gracias chicos. Haré lo que pueda.

—Entonces, continuando la historia, ¿te llegó a contestar el mensaje? —me preguntó Krystal.

—Me temo que ni siquiera lo ha visto —Saqué  mi teléfono para checar. Afirmativamente, Wolf aún no había abierto el chat. Solté otro suspiro.

Ikanaide... (No te vayas...)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora