BARILOCHE | SPREEN ✓

03

milagros

— O esto está muy rico o yo tenía alta hambre –Dije luego de probar un bocado de lo que habia cocinado.

— Ta rico.

Reí, luego de comer limpiamos y organizamos en la mesa lo que iba a hacer cada uno.
Nos dividimos las preguntas, dejando dos para el final porque eran las más extensas y en las que había que justificar aún más
Al terminar todo, revisamos.
Al estar todo bien y ver que eran las cinco de la tarde le propuse merendar— Avisa a tus viejos que te quedas un toque más.

— Estoy a dos cuadras, Mili. No pasa nada.

— De última te acompaño –Me dí vuelta para hacer los cafés.

— Ni a palos, mirá si te pasa algo –Sonreí sin mostrar mis dientes, le pasé su taza de café en frente de él y el azúcar encima de la mesa.
A mi café no le puse azúcar, hace tiempo me había acostumbrado a tomarlo sólo— ¿Expectativas para barilo?

— Ponerme en pedo todos los días, disfrutar al máximo la semana.

— Lo mismo –Puse unas galletitas en la mesa y me senté a su lado.
Merendamos entre risas y chistes tontos, cuando terminamos limpiamos, él agarró su mochila y se giró a mirarme— Nos vemos mañana, Mils.

— Sisi, avisame cuando llegues.

— Tranqui, chau –Me dió un beso en la mejilla que duró unos segundos y se fué.

Subí a mi habitación, me saqué la ropa del colegio y me entré a bañar.
Al salir reviso mi teléfono, tenía mensajes sin leer pero uno llamó mi atención.

“Ya llegué, lindaa :)”

Me emocioné por eso, como una boluda.
Conocía a Ivan desde primaria, también lo veía mucho por el barrio porque vivía relativamente cerca.
Siempre me pareció lindo, pero como sentía que él no me daría bola lo dejé de lado.

Me acosté, una siestita no hacía mal a nadie.
Mis viejos llegaban en un rato así que por cocinar la cena no me tenía que preocupar.

Me desperté por el sonido fuerte de mi teléfono, ¿Quién rompe las pelotas un viernes a la noche?
Frunciendo el ceño atendí la llamada— ¿Hola?

— Hola, Mils –Rió tontamente.
Era Iván, pero su voz se escuchaba rara.
Había música de fondo y voces de fondo.

— ¿Estás en pedo?

— Puede ser, te extraño.

— Nos vimos recién –Reí.

— Igual –Hubo un silencio cómodo— ¿Venís?

— ¿Qué?

— Vení a verme.

Me fijé la hora, las tres de la mañana— Son las tres de la mañana, Iván.

— ¿Y?

— Es muy de noche, mañana nos vamos a ver igual.

— Yo te quiero ver ahora.
“Iván, dejaste re sólo el chupistream” se escuchó de fondo— Ahora voy.

— Te llaman –Reí.

— Mirá mi stream.

— ¿En donde?

— Twitch.

— ¿Y como te llamas ahí?

— Elspreen.

— Bueno, voy a verte mientras ceno.

— ¿No cenaste?

— Me dormí alta siesta, saludame o me voy al pingo.

— Bueno, chau –Rió.

— Chauu –Y colgué.

Bajé las escaleras yendo directo a la cocina, había pizza fría.
Agarré dos porciones y una lata de gaseosa.
Subí de nuevo a mi habitación, procurando no hacer tanto ruido.
Prendí mi computadora dejándola arriba de mi cama, abrí twitch y fui a la cuenta de Iván.
Estaba él con dos amigos, tomando y boludeando.
Como Iván estaba con el teléfono le mandé un mensaje.

iván

te estoy viendo, pata sucia
Visto.

Él sonrió y miró a la cámara— Un saludo pa la wacha.

— ¿Posta te pidió eso? Que hija de puta.

Reí y dí el primer bocado de mi pizza, mientras los veía y me cagaba de risa.