Al ver llover, es el único momento en que ella puede estar en silencio, sin la necesidad de sonreír.
Al ver llover, su débil corazón se reprime, con los recuerdos que la juzgan sin piedad.
Al ver llover, su mente se aligera y su corazón se hunde en la más pura tristeza.
Al ver llover, sus ojos se inundan de las lágrimas que expresan su pena y la llevan al colapso.
Al ver llover, escucha el dulce sonido que la arrulla hasta quedarse dormida, mientras sus ojos hacen caer la última lágrima que se desvanece en su mejilla.