Sobre sentimientos de tristeza, está sentada la misma chica, una y otra vez.
Al sentarse recoge con sus delicadas manos un pequeño recuerdo, el cual está roto, nadie sabe lo que contiene o porque siempre recoge el mismo recuerdo
Solo sonríe y su garganta se ahoga con la melancolía que guarda su corazón.
"Decir algo no servirá de nada, pero es mi consuelo... El dulce consuelo de una cobarde..."
Siempre dice eso y se comienza a hundir en aquellos recuerdos, esos recuerdos que un día fueron revividos por un niño, que ahora no le interesa en lo más mínimo el paradero de esa chica.
Ya nunca la vera, por culpa de una cadena, la cual una vez unió con amor y ahora los aleja.