𝘯𝘢𝘳𝘤𝘰𝘭𝘦𝘱𝘴𝘺 ° 𝐣𝐡𝐬

0 5

— ¿Que fue exactamente lo que te paso? - la enfermera preguntó preocupada, el azabache desvío la mirada hacia la ventana.

— Nada - evasivo, esa la palabra perfecta que podía describir a Hoseok en aquellos momentos — Solo me caí, eso es todo - mentira, eso no había pasado y el lo sabía

La mujer sabía que tratar de razonar con Hoseok sería inútil; puesto a seguiría negando lo que le había pasado y no diría la verdad. Por qué la verdad era que Se Ri lo había hecho, se había ofrecido a buscar a la castaña puesto a que necesitaba tomarse sus medicamentos correspondientes.

Había escuchado por parte de otra enfermera que la menor estaba con Hoseok, una peligrosa situación, conocía el historial de la castaña. Sabía que si se acercaba a Hoseok está lo lastimaría, camino hacia el árbol en el que siempre se sentaban aquel par y al ver aquella escena solo le causó dolor. El azabache sostenía en brazos a Yoo; quien en sus manos tenía un pequeño bisturí con sangre, se preguntó cómo es que había conseguido aquel bisturí. Se acercó para poder separarlos pero ella no dejaba ir al contrario, cuando finalmente logró separarla de él estaba pataleo y amenazo con lastimarlo si no la dejaba en paz.

Por el otro lado Hoseok lucia perdido, lo único que recordaba fue salir de la oficina del doctor Lee y toparse con Se Ri.

Todo recuerdo de lo qué pasó después de había vuelto borroso, lágrimas caían por sus mejillas sin saber la razón del porqué, estaba cansado. Ser dos personas a la vez era agotador, mostrarse fuerte frente a los demás y fingir que pesan bien; mientras que por dentro se estuviera ahogando en sus propios pensamientos.
Después de que la enfermera de fuera de quedó sentado al borde de la cama, no supo en qué momento comenzó a llorar, un nudo de formo en su garganta impidiéndole gritar de dolor. Se preguntó una y mil veces en donde había salido todo mal, tal vez y había sido su culata por no darle la atención que Se Ri se merecía... tal vez nunca debió de enamorarse de ella. Si, eso era, si nunca se hubiera fijado en aquella chica esto nunca hubiese pasado.

— Tal vez si no fueras tan cabezota te hubieras dado cuenta - estaba seguro que podía estar teniendo un infarto y no lo sabría — Yo - se levantó de la cama y se abalanzó contra el de cabellos verdes — Estas pesado, no me dejas respirar - lo extrañaba, extrañaba escuchar su voz y sus quejas. Lo había estado esperando por tanto tiempo. — Hablo enserio tonto

Los dos habían caído al suelo a causa del azabache quien se le aventó encima con previo aviso, Hoseok se aferró al cuerpo del mayor con fuerz, sentía que si lo dejaba ir todo sería un producto de su imaginación.

— Dime que no estoy soñando - suplicó, miró a YoonGi a los ojos pidiéndole que el era real. Que el estaba ahí frente a él — Por favor..

— Si estuvieras soñando, ¿no crees que estaríamos en una situación diferente? - no podía apartar la mirada, aquellos ojos marrones lo tenían atrapado — A menos que.. quieras que eso pase - se quería morir, su corazón estaba apunto de explotar.

¿Qué le había pasado a aquel serio y un callado YoonGi?, ¿acaso esta era una nueva faceta que no había visto antes?. Intento levantarse pero el mayor lo tenía atrapado, sus brazos habían rodeado su cintura impidiéndole poder levantarse.
Por el otro lado, Min estaba igual de confundido que el azabache, de un momento a otro sus pensamientos se habían nublado y lo único que rondaba por su mente era no dejar ir a Hoseok. Ese día se había prometido ir a ver al menor, había estado debatiendo si en ir o no ir a visitarlo después de que lo viera por primera vez en tanto tiempo.

Estaba nervioso; eso era algo que no podía negar por más que tratara de ocultarlo, había esperado a que la enfermera terminara con su trabajo para entrar a verlo. Y ahí, fue cuando la realidad lo golpeó al ver lo frágil que Hoseok era, su espalda estaba descubierta lo que le daba acceso a ver todos esos pequeños cortes en ella. ¿Como es que Hoseok estaba con alguien como ella?, quería golpearlo en la cabeza para que entendiera que eso que le llamaba amor lo estaba lastimando.

— Vas a atrapar un resfriado si no te pones la camisa - dicho esto las mejillas del azabache se tornaron rojas, había olvidado por completo que no tenía camisa.
Jung se levantó con rapidez y buscó su camisa para ponérsela, estaba avergonzado, no por el hecho de que YoonGi lo había visto sin camisa; si no por el hecho de que todas sus heridas estaban al descubierto.

Le ayudo a levantarse y se disculpo por lo que había pasado; por alguna extraña e inusual razón las palabras de YoonGi no dejaban si cabeza. ¿Acaso le gustaba..?, alejo todos aquellos pensamientos de su mente para ponerle atención al verdadero YoonGi y no al YoonGi de su imaginación.

— Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que te vi - dijo lo primero que se le vino a la mente y es que, a decir verdad no se podía sacar de la cabeza de Hoseok encima de él — ¿Cómo va todo con Se Ri?, si recurro bien no dejabas de hablar de ella cuando nos vimos con los demás - mal, todo estaba mal — Se que, vine a verte sin previo aviso pero.. si no lo hacía, tal vez nunca podría hacerlo - el mayor miró de reojo al azabache, podía ver como jugaba con sus manos mientras que susurraba algo — Hoseok, ¿te encuentras bien? - al no obtener respuesta tomó sus manos e hizo que lo mirara a los ojos. Estaba llorando. Hoseok estaba llorando y el no sabía la razón del porqué.

— No me preguntes cómo van las cosas con Se Ri porque no yo mismo lo sé, en todo este tiempo quise pensar que todo estaría bien.. pero no lo está - estaba cansado, sus ojos reflejaban tristeza y soledad — No se que es lo siento, no tengo idea de que me esta pasando y me da miedo. Tengo miedo de morir. ¡No me quiero morir YoonGi!, ¡No quiero!, yo solo.. quiero ser una persona normal.. como tú.. - el dolía verlo así; tan frágil, tan débil.

Por primera vez había dicho lo que realmente sentía, en ese momento lo único que quería era que YoonGi lo sostuviera en sus brazos y le dijera que todo estaría bien.

Quería poder ser feliz de nuevo, sin tener que fingir que todo estaba bien frente a los demás, quería tantas cosas en tan poco tiempo que le parecía imposible el poder lograrlas.

— Te prometo que no me iré de tu lado, no cometeré el mismo error dos veces - dijo mientras que Hoseok se quedaba dormido en sus brazos.