Un retrato exacto.
Makoto tiene un talento... Bueno,no es un talento como tal,era más una afición.
- Huh... - el castaño mira de manera ladeada el cuadro frente a él,buscando algo que el falta al mismo.
Con cuidado e delicadeza sostiene sus pinceles y mueve su mano con suma gracia sosteniendo el pincel de tal manera que este se mueve en un bello patrón por el lienzo blanco.
- Hahhh... Ahora sí estás perfecto - dice el joven de ojos verdes, mientras sus orbes fijan su mirada en el objeto y el cuadro ilustrado, viendo cómo había pintando algo tan simple y tan bello...
Una taza de café.
- ¿Es enserio Makoto? - preguntó la Fashionista Definitiva mientras esta posaba sus piernas sobre la mesa donde usualmente come con su amado,mirando como el mismo pinto esa taza de la bebida energética - Una taza de café... Pudiste haber hecho una réplica de la Monalissa y podríamos haberla vendido en Ebay - seguiré la rubia con una sonrisa divertida.
- El arte es para compartir la belleza del mundo con otros... - afirma el peli-castaño mientras terminaba la pintura con uno ligeros detalles.
La reconocida modelo,se había sorprendido al ver a su prometido pintar un gorrión azul que se poso en la ventana de su cuarto la noche anterior,Demonios nisiquiera había traído un triple solo había tomado un lienzo, pintura y paciencia,se sentó sobre la cama e pinto al maldito pájaros durante horas,que nisiquiera reaccionaba a cualquier estímulo.
- Haber si esto es de tu talla,enano - dice la rubia mientras estrella un palo de madera en al espalda del joven con ahoge y rompiendo la misma.
El peli-castaño siguió pintando con total calma en su espacio mental,si podría decirse así. Más tarde ese día la rubia lo encontró pintando a la Princesa Definitiva,quien estaba posando junto a Tanaka en pose de Jojo's.
- Nada mal - asegura la rubia mirando al criador y la princesa de Novesalic.
Por su parte,el peli-castaño siguió divagando por la escuela e otros lugares para buscar alguna inspiración para sus bellas arte,es día pinto mucho.
Pinto desde un Mondo Owada acompañado de su pandilla en una pelea contra narcotraficante de bajo nivel,hasta un Byakuya Togami sentado en una sillón de dinero con una coma líquida que parecía ser oro.
- Enserio que ha sido un día interesante - afirma el peli-castaño entrando en su apartamento compartido con su pareja.
El joven de baja estatura observó el sitio,reviso en su habitación,baño, cocina,etc.,una vez se aseguró que la amante de la desesperación no estuviera ahí,miro con cuidado un lugar secreto que tenía el castaño, aúnque seguramente la rubia ya lo había descubierto,este tenía una gran cantidad de cuadros de su pareja.
- Eres tan malvada que te hace tan bella - asegura el joven de ahoge mientras toma en sus manos uno de los muchos lienzos que había pintando.
Cada uno de esos cuadros eran la rubia,pero había algo común en todos,no era la persona que protagoniza la pintura,eran los ojos, ojos morados fríos con remolinos en sus iris,no importaba la pose o la situación,esos ojos desalmados estaban presentes ahí.
Eran un recordatorio...
- Ojalá pudiera eliminar el odio que hay en ti - un suave e doloroso suspiro escapa de los labios del hijo mayor de la familia Naegi.
Del demonios con el que debe caminar el resto de su vida.
¿Porque debía hacerlo él?.
Porque el es el único que estaría dispuesto a hacerlo,a frenarla a entenderla,a comprenderla sin importar el daño que recibirá,su padre siempre había dicho que era muy bueno.
- Makoto... ¿En qué tanto piernas? - preguntó la rubia que yace acostada entra las sábanas de la cama tan cómoda.
- En todo... Me siento perdido... - confiesa el castaño mirando al suelo - Es lo mismo veo el retracto... Y ya no puedo pintar nada más... - sus ojos verdes se giran para mirar los ojos azules de ella - Son tan bellas como tu cabello natural... Eres peli-roja... - revela el peli-castaño mirando a la rubia sorprendida.
El joven se desliza con cuidado pro las sabas hasta quedar frente a la rubia fresa que lo mira sorprendida, nadie aparte de su hermana gemela sabía del color verdadero de su cabello.
- Yo también soy observador - confiesa con una sonrisa divertida el peli-castaño mientras envuelve sus brazos alrededor de la Fashionista Definitiva.
Al día siguiente por la madrugada,el castaño se muestra pintando un cuadro tan bello como lo imagina,era otro de ella,pero esta vez había una gran diferencia,su cabello era rojo como el fuego de guerra que abraza todo y se extendió hasta llegar a la mitad dónde se vuelve dorado,sus ojos eran una mezcla entre morado e azul,siendo el color mas oscuro el predominante,y justo sobre su coronilla habían dos cuernos que se doblaban ligeramente a los costados.
- Está simple... En este mundo ser perfecto... Es ser imperfecto... - el joven de ojos verdes se giran para ver a su amada dormir en la cama cómodamente como si nada fuera una molestia en este mundo.
Tal vez ella sea caos,tal vez nadie pueda ver más allá de ella modelo... Pero mientras tanto él seguirá pintando sus retratos.
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Incorrecto One-shot
Fanfiction- La desesperación y la esperanza,se odian y se aman,¿Que puede ser más divertido que esto?... Nada seguramente.