Mi sueño esperado
Un gran ruido que provenía de afuera me despertó. Vi el reloj de pared que marcaba la media noche. Acomodé mis almohadas y cerré mis ojos para seguir durmiendo. Lo bueno de este internado era que cada estudiante que venía del extranjero obtenía su propia habitación. Era de un buen tamaño con una cama, un escritorio, baño y por suerte me tocó una con ventana. Casi todos los días teníamos excursiones, clases y cenas donde convivíamos con todo el grupo, la noche era el único momento donde tenías privacidad en tu propio cuarto sin compañeros molestos que no son limpios y hacen que tu cuarto huela feo por el resto del intercambio. Lo digo por experiencia. Escuché otro ruido, traté de ignorarlo pero la curiosidad me ganó. Me levanté y me asomé por la ventana. Casi no podía observar nada así que la abrí y el viento frio invadió mi cuarto. Lo primero que vi fue la gran vista que tenía enfrente de mí. La ciudad de Verona aluminada por sus asombrosas luces por la noche. El internado estaba localizado en una pequeña pero alta colina al norte de la ciudad, podía observar la vista de la ciudad todo el día. A lo lejos se lograba ver muchas casas, algunas con luces aun prendidas a estas horas de la noche, y otras adornadas con luces de colores por el gran festival de la luz que se celebraría la próxima semana. Algunas lucen alumbraban el rio Adigio y se podía ver las góndolas flotando en el rio. La luna se veía muy grande de donde yo estaba, muchos conocidos me habían dicho que Verona era una de las mejores ciudades en el mundo. Cuando vi las opciones de varias ciudades para viajar en un intercambio la primera que llamó mi atención había sido Verona. Sabía hablar un poco el italiano, bueno, solo lo básico ya que mi abuela había vivido en Nápoles, Italia cuando era adolescente, ahí había conocido a mi abuelo el cual había ido a esa ciudad por vacaciones. Se enamoraron y se casaron. Mi abuela solía contarme historias sobre sus aventuras en Italia y me decía algunas frases y palabras en italiano, tal como ti amo y sei il mio nipote preferito, el cual significaba que yo era su nieta preferida y que me amaba. Después en secundaria escogí clases de italiano, las cuales me han ayudado mucho. No soy experta en el idioma pero por lo menos sé como pedir la comida, preguntar por el precio de todas las cosas que quiero comprar y lo más importante, sé preguntar por el baño.
Bajé la mirada y vi a un muchacho saliendo por una puerta que nunca había visto durante mi corta estadía. Estaba un poco obscuro así que no pude ver bien su rostro pero usaba una chamarra negra y una cámara fotográfica colgada a su cuello. Caminó un poco más y se subió a una motocicleta roja que estaba escondida entre dos arbustos. Cuando la puso en marcha me di cuenta que ese había sido el ruido que me despertó. Avanzó y salió rápidamente de la escuela por un camino demasiado estrecho. Estaba prohibido salir después de las once del internado, así que si algún profesor o prefecto lo veía, podrían mandarlo de vuelta a su hogar. Cerré mi ventana y me acomodé de nuevo en mi cama para dormir profundamente.
Me levanté y abrí las cortinas para que entrara luz a mi habitación. Puse un poco de música y me estiré como lo hacía todos los días. Recordé el gran sueño que había tenido anoche lo cual me hiso sonreír. Había sido un sueño demasiado curioso. Mi felicidad no duro mucho ya que me di cuenta que me había dormido media hora más de lo debido y ahora tenía que apurarme si es que quería llegar a mi primera clase a tiempo. Me arreglé rápidamente, tomé mi mochila y una barrita de mora azul para comerla mientras caminaba a mi clase, que por desgracia mía, se encontraba del otro lado del campus. En vez de caminar, tuve que correr. Casi llegaba a mi clase cuando escuché el sonido de una motocicleta. Me giré justo a tiempo para ver que la moto venía directamente hacía mí y pronto. Di un gran brinco hacía atrás y la moto sin importarle que casi me atropellaba, continuó con su camino. Me fijé en la moto mientras recuperaba el aliento y vi que era la misma de anoche. Qué estúpido, pensé. Solo le das un medio de transporte rápido al hombre, y éste se olvida de toda clase de respeto como no asustar o atropellar a una joven inocente que va tarde a su clase. Que por cierto, tenía que correr si quería llegar.
ESTÁS LEYENDO
My Hopeless Dream
Short StoryEsta es una breve historia sobre las aventuras que nos pueden pasar en un solo verano en el extranjero. Todos los veranos, Denisse, los pasaba en casa de sus abuelos y con sus hermanos. Quería algo nuevo para este verano. Ahora se encuentra en el ex...