𝐼𝑚𝑝𝑜𝑠𝑖𝑏𝑙𝑒

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Las primeras semanas de conocer a Beomgyu fue lindo y tuvo la decisión de cuidarlo después de escuchar la verdadera historia de su vida, lo amaba, pero a veces no lograba soportar los berrinches o palabras hirientes de Beomgyu, era un niño que necesitaba mucha atención cosa que Soobin no podría darle pero aún así se esforzaba para mantenerlo saludable.

Imposible le hera dejar a ese niño que lo volvía loco, se había encariñado con el en poco tiempo y ahora era la única "familia" que podría tener.

Solo se tenían el uno para el otro, ellos eran su propia familia.

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La calidez de un segundo cuerpo en el sofá hizo que Soobin comenzará a despertar pero esa comodidad lo hizo quedarse ahí abrazando aquel cuerpo pequeño que igualmente lo abrazaba.

No era la primera vez que Beomgyu hacia eso, casi siempre que veía que Soobin estaba mal se recostaba o sentaba a su lado y lo abrazaba transmitiendole cariño.

Beomgyu no era una persona muy cariñosa pero Soobin siempre sacaba su lado dulce y lo hacia querer más y más atención.

Atrajo el pequeño cuerpo de Beomgyu hacia el apretándolo suavemente contra su pecho como si fuera una almohada.
Beomgyu no se quejaba ni hacia nada, simplemente disfrutaba de la calidez del cuerpo de su mayor abrazándolo.

El sonido de la puerta hizo que los dos abrieran los ojos de golpe.
La puerta era tocada bruscamente y eso asustaba a Beomgyu, Soobin como buen mayor se levantó del sofá y lo metió a la habitación para después ir hasta la puerta y abrirla para ver de quién se trataba.

Un hombre alto y de tez morena hizo que Soobin se sobre saltará en su lugar, era el dueño del edificio y digamos que no tenía la mejor relación con el.

—No has pagado el último pago del mes.— lo mire levantando una ceja. —Sabes que hacer ¿no?—

Soobin tragó saliva y miro la puerta de la habitación mientras asentía.
Salió del apartamento dejando la puerta cerrada con seguro y se fue detrás del dueño.

Beomgyu salió de la habitación echando un vistazo para ver qué es lo que pasaba pero al no ver a Soobin entro en pánico pues si sus cálculos no fallaban era domingo, el día de descanso de Soobin.

—¡Hyung!—

Corrió hasta la puerta principal y intento abrirla pero fue imposible ya que Soobin había puesto el seguro por fuera.

—¡No me abandone!—

Soobin no podía escucharlo, ya se encontraba lejos del apartamento.

El único miedo de Beomgyu era ese, que Soobin se fuera sin despedirse o decirle a dónde iba, nunca hacia eso, siempre le decía a dónde iba y cuánto tardaría ¿Acaso en verdad lo había abandonado? O...¡¿Y si lo secuestraron?!

Jalo la manija con fuerza intentando abrir la puerta pero le fue imposible ya que la puerta estaba muy bien asegurada.

Se dejó caer en el piso mientras gritaba y lloraba pidiendo que Soobin volviera.

Ahora mismo necesitaba que su Hyung lo abrazara.

Necesitaba a su Hyung con el.

𝐷𝑒𝑠𝑡𝑖𝑛𝑜 ' [𝑆𝑜𝑜𝐺𝑦𝑢]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora