Tentación inocente [Kookv]

20

"Fin del cuento"

Final. [Parte 1]

Taehyung.

Sin duda, ir de compras con Jimin es un completo infierno, nada le gustaba y cuando encontraba algo casualmente al ponérselo le desagradaba. Tardamos prácticamente todo el día en la plaza buscando algo para mi exagerado amigo. Por suerte, al caer la tarde regresamos al departamento. - ¿En qué momento se nos fue tan rápido el tiempo? - viré mis ojos.

- No sé, tal vez desde que buscaste como un loco compulsivo un simple traje que al final encontraste en la vuelta de la esquina, en la boutique de la vecina.

- Uy, que amargado, Taehyung. ¿Acaso tu daddy no te ha follado bien en estos últimos días?

- ¡Ja! - me burlo- Claro que lo hace, más de lo que te imaginas, pero mi mal humor lo creas tú con tus dramas - me mira indignado, así que para soltar la bomba final camino directo a mi habitación, abro la puerta y cuando tengo medio cuerpo dentro le suelto mis pensamientos - ¡Por eso no tienes novio! - y entonces entro antes de que me aviente algo.

- ¡Ven acá condenado chamaco boca floja!

Dejé que mi risa se escuchara por toda la habitación mientras oía los gritos característicos de jimin que parecían de una digna señora.

Saqué mi teléfono de mi bolsillo encendiéndolo, puse la contraseña y al segundo una foto de jungkook se presentó ante mis ojos. Recuerdo que la había tomado en su casa en una de tantas veces que fui y me quedé. Mi jungkook estaba sobre mi pecho, se le veían sus preciosas pestañas y su rostro canela.

No hemos hablado por mensaje, el último que recibí era donde me decía que estaría muy ocupado el día de hoy haciendo algunos pendientes que tenía. No quise hostigarlo, no era necesario estar juntos todos los días, pero sinceramente me sentía solo sin él, así que decidí dormirme para no sentir aquella soledad que sin duda no me gustaba.

-/-/-/-

Para cuando despierto la noche envuelve el entorno, me despabilo mientras paso mis manos por mi rostro tallándolo. Me levanto y después salgo de mi cuarto encontrándome con un jimin ya cambiado y listo para ir a trabajar. ¿Pues qué horas son?

- ¿Vendrás al trabajo hoy o tengo que seguir inventando que estás enfermo?

Tomo asiento en la silla mientras suelto un suspiro flojo - No lo sé.

- ¿Cómo que no lo sabes? - toma asiento en la silla que está al frente - ¿Qué pasa contigo últimamente? ¿Tienes algo que contarme?

- Cuando quiero hacerlo siempre estás al teléfono. - mi reproche le llega. Su semblante cambia a uno preocupado y es ahí cuando noto que estoy hablando de más - Sólo olvídalo, no sé ni lo que digo.

- Por algo lo dijiste - responde serio - ¿Te está pasando algo?

Relamo mis labios antes de responder - ¿Sabes? Siendo sincero, me hubiera gustado saber que se sentiría un consejo de papá o uno de mamá... - bajo mi mirada hacia mis manos que permanecen entrelazadas en mi regazo - No sé, preguntarles porque me sentía nervioso cuando lo tenía frente a mí, preguntarles porque me sonrojaba demasiado cuando le escuchaba algún cumplido hacia mí. O cuando en mi estomago sentía cosquilleos que me hacían sonreír sin motivo.