☆EL SECRETO DE UN HADA SIN ALAS☆ [ 1/2 ]

AQUELLA NOCHE

Aquella noche no pude pegar ojo. Mi cabeza daba vueltas a cerca de lonocurrido aquel día. Levy, Fairy Tail, Natsu... Demasiadas cosas en un día como para poder asimilarlas... Luna estaba en la habitación de al lado y Sting en el sofa. Podía escucharles, Luna no podía dormir, al igual que yo, y hablaba con aquel peluche de Dragón que había traído desde casa. Aquel peluche que años atras Natsu ganó para mi en unos juegos del parque de atracciones. Era gracioso ver a la hija de ambos jugar con un peluche tan viejo pero que tanto cariño le tenia. Sting en cambio si que dormía, el hablaba en sueños. Había veces que hasta se levantaba de la cama y se ponía a fregar, según Yukino.

Aquella noche, ante el panorama de no saber que hacer, me levanté y me senté en el escritorio, a seguir ya con mi cuarta novela romántica. Es irónico que me haya ido tan mal en el amor pero que haya publicado tres libros románticos hasta la fecha. Publicados tras el seudónimo de Izarra. Palabra proveniente del antiguo idioma de los dragones, "ɩʑaɾ", que significa estrella.

Aquella noche escribí sobre el reencuentro de dos amantes. Dos amantes que a pesar de seguir amándose las circunstancias los habían distanciado años atrás. Escribí todo lo que no había escrito en un mes. Como tras varias discusiones, peleas y besos furtivos, esos dos amantes volvían a entrelazar sus dedos de nuevo, mirándose a los ojos y sin decir nada diciendoselo todo...

Aquella noche tuve mucho en lo que pensar. Y tras pasar gran parte de la noche despierta me decidí. La mañana siguiente iría temprano al gremio junto a Luna. Pediría perdón por mi actitud. Hablaría con Natsu, y depende de como transcurriera todo aquello le contaría a Natsu todo lo que quisiera, tanto el por que el acompañamiento del rubio oxigenado, como el nombre del padre de mi pequeña.

Aquella noche fui ingenua al pensar que realmente todo podía llegar a salir bien. Fui ingenua al pensar que todo era como en las novelas que yo escribía y que tan famosas se hicieron.

Aquella noche por la madrugada logré quedarme dormida. Con aquellos pensamientos felices y hasta infantiles rondando por mi cabeza....