Prevalecer o caer

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3 de la mañana, sin cerrar un párpado deambulando la vista en 4 paredes plasmadas en oscuridad... y no sé, ¿alguien me puede decir el numero al cual un solitario puede llamar?

La agenda pide algo que masticar y creo que olvide la habilidad de hablar.

Solo existe un lugar donde la realidad y ficción pueden batallar. Aquel lugar donde una jornada de amigos están impacientes por mi llegar; mi nombre viroteando en el bar.

Un parpadear y la ilusión se esfumó, mi mundo una vez más cayó y la monotonía reclamó.

Segundo tras segundo el tiempo pasó. Son las 4 a.m. Y la ansiedad se asomó con muchas ganas de saludar y mis tripas no paran de chillar.

Dime, si vuelvo, ¿estarás ahí?

Estoy acostumbrado a escuchar mi voz, pero no por voluntad... recuérda qué una vez te lo advertí y fingí estar al 100, hoy lo repito en cero.

Perdoname por bajar la espada y soltar el peso de estar de pie.

Me siento desgraciado, estando bendecido al correr, con ganas de caer.

Un día nos volveremos a ver, hasta entonces evoluciona y cumple con el rol de estar al 100.

3 p.m. un martirio acaba de renacer, y golpe tras golpe volveré a caer, y nuevamente no encontré ni unas manos de papel.

Lo que nunca diréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora