El que tiene miedo de morir, que no nazca.
Tanto Hua Cheng como Xie Lian voltearon lentamente para conocer a la dueña de semejante aura tenebrosa. Parecía que desde la lejanía una sombra abismal se aproximaba hacia ellos acompañándose de truenos, relámpagos y acordes instrumentales del fin del mundo. Feng Xin y Mu Qing se agarraron de la mano sin saber por qué les temblaban las canillas y tanto He Xuan como Shi Qingxuan retrocedieron lentamente haciendo el loco porque mujer furiosa es más temible que un ejército de cadáveres fuera de control. Por otro lado, Jiang Cheng brincó como liebre hacia los brazos de su madre que lo levantó y cargó sobre su cadera para luego girar sobre sus pies.
—Síganme —espetó con voz de ultratumba y el grupo de dioses y calamidades se estremeció sintiendo que se hallaban ante la muerte personificada.
—Mi estimada señora, nosotros. . . eh. . . dejamos a mi primo enfermo en la casa y. . . —Xie Lian titubeó intentando apaciguar las aguas.
—Yo dejé los frijoles en la estufa —Shi Qingxuan dijo agarrándose de He Xuan.
—Ahora que recuerdo tengo mucha correspondencia que atender —Feng Xin añadió y Mu Qing sin saber por qué asintió efusivamente.
Madam Yu se detuvo y les dedicó una mirada mortal por sobre el hombro. —DIJE, SÍGANME.
—P-por eso decimos que la seguimos, señora —Xie Lian sonrió con nerviosismo empujando a Hua Cheng para que comenzara a caminar. El resto los siguió de muy cerca y durante el trayecto a Muelle de Loto ninguno abrió la boca para decir algo al respecto.
En la entrada del lugar los esperaban Jiang FengMian y Jiang YanLi. El hombre parpadeó creyendo que veía visiones pero cada vez que se tallaba los ojos la imagen era la misma: su señora caminando en plan demonio seguida por un grupo de personas que parecían haber sido fuertemente reprendidas.
El interrogatorio no tardó en desarrollarse. Tanto calamidades como dioses confesaron hasta sus pecados más ocultos con tal de que la chancla cultivadora de nivel supremo no les cayera encima. Afortunadamente Madam Yu les creyó y los mandó a dormir temprano como un par de cachorros recién nacidos. Xie Lian no se quejó, la comida fue buena y la cama era blanda, además de que el paisaje de Muelle de Loto iluminado por las luces nocturnas le pareció bastante agradable. Los únicos que se quejaron y se quejaron fueron Feng Xin y Mu Qing puesto que los obligaron a compartir habitación.
Estaban a punto de quedarse dormidos cuando oyeron un chillido "masculino" provenir desde el patio de entrenamiento. Alarmados, el grupo de calamidades y dioses abandonó sus respectivas habitaciones para acudir al rescate, sin embargo, en cuanto se asomaron inmediatamente comenzaron a empujarse de regreso puesto que vieron a Madam Yu colgando a Wei WuXian de las patas como castigo por perder al niño otra vez.
Jiang YanLi y Xue Yang permanecían escogidos uno al lado del otro detrás de la señora del muelle, cada uno con un rosario bien agarrado en la mano y el santo Dianxia en la boca. Pero ni el mismísimo Dianxia se atrevió a dar un paso al frente sino que agarró a Hua Cheng y se lo llevó bien lejos de allí.
Cuando Madam Yu terminó de expiar los pecados de Wei Ying giró sobre sus talones para mirar a su hija y al otro mocoso revoltoso.
—Pasa —le dijo a Xue Yang—, no te voy a azotar.
A Xue Yang las palabras de Madam Yu no le convencieron.
—Es que doñita si me va a azotar.
Madam Yu frunció el ceño y Zidian parpadeó en sus manos.
—Te digo que no —insistió la mujer con impaciencia—. Pasa.
Xue Yang se escondió detrás de Jiang YanLi.
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Se venden lotos en miniatura
FanfictionLan Qiren está al borde del colapso, ¡el heredero de la secta Jiang se convirtió en un niño! El verdadero problema, es que esa criatura adorable ha conquistado los corazones de todos los discípulos de su secta. ¡Incluso los de Lan Huan y Lan Zhan! M...