Se venden lotos en miniatura

Mamá osa es aterradora

Que vuelen los Zidianchanclazos.

Wei Wuxian tropezó con sus pies cuando intentó apartarse del perro que ladraba y movía la cola queriendo llamar su atención. Alcanzó a ser sostenido por Lan Wangji quien acababa de llegar junto a Lan Huan, pero el terror del adolescente no disminuyó. Temblaba de pies a cabeza y sudaba como si acabara de correr una maratón aunque tuviese el cuerpo totalmente frío. La mayoría de personas le miraron con preocupación, excepto Wen Xu y Jiang Cheng que lucían totalmente confundidos. Jiang Fengmian titubeó sin saber que hacer, observaba tanto a su hijo como a su discípulo principal tratando de encontrar una buena solución pero no conseguía dejar de pensar en los eventos del pasado.

Nervioso por la situación, Jiang Cheng bajó de la cama para intentar consolar a su Xian-ge pero en cuanto se acercó con la criatura de cuatro patas Wei Wuxian se encogió aún más en su sitio totalmente aterrado. Lan Zhan se interpuso entre Jiang Cheng y Wei Ying de forma protectora pero para el niño aquello fue extraño y muy confuso, Wen Xu de inmediato apartó al niño de la pareja no sin antes fulminar al Segundo Jade con la mirada.

—A-Cheng —Fengmian le llamó agachádondose a su altura—. Es mejor que mantengas al cachorro lejos de A-Xian.

—¿Por qué? Amor es un buen cachorro —Jiang Cheng murmuró con los ojos llenos de lágrimas. El hombre y Wei Ying se congelaron ante la mención de dicho nombre debido a los recuerdos asociados. Wei Wuxian se esfuerza por disminuir su terror pero las memorias de su niñez se entremezclan en su cabeza, por un lado están aquellos terribles episodios en los que fue atacado por perros hambrientos y también aquellos donde Jiang Cheng lamenta la pérdida de sus mascotas luego de su llegada a Muelle de Loto. En ese instante, Wei Ying era un niño que no comprendía el daño que podría causar, solo expresaba lo que sentía y en ese momento ansiaba huir por temor a ser mordido. Pero ahora es un adolescente con mayor comprensión de las cosas, es inteligente y muy hábil; y le duele sentir que por segunda vez le romperá el corazón a su shidi.

—Lo sé, A-Cheng, pero A-Xian se asusta cada vez que ve un perro —el hombre explicó intentando apaciguar la preocupación de su hijo sin saber que generó un sentimiento de culpabilidad.

De la nada Jiang Cheng estalló en llanto asustándolos a todos. —¡Lo siento, Xian-ge! ¡No quería asustarte! —Exclamó retrocediendo para alejar al cachorro de Wei Wuxian.

Lan Xichen se apresuró en levantar al niño y sostenerlo entre sus brazos para consolarlo. —A-Cheng, no llores, no es tu culpa.

—¡Desde el pasillo se escucha el llanto de Jiang Cheng! —Wen Ruohan bramó azotando la puerta—. ¿No podías cuidar del niño por cinco minutos, Fengmian?

—¿Vas a darme tu una cátedra de como ser un buen padre, Ruohan? —Gruñó el líder Jiang poniéndose de pie.

—Soy mejor padre que tu, ¿verdad, Wen Chao?

El aludido puso los ojos en blanco. —Soy Wen Xu.

—. . . —Wen Ruohan abrió y cerró la boca como pez fuera del agua—. Bueno, puedo intentar ser mejor padre que Fengmian.

Wen Qing que observaba todo desde la entrada suspiró con hastío, ¿desde cuándo la paternidad era una competencia? Lan Xichen negó con la cabeza, no podía comprender la actitud de los adultos de modo que caminó hacia la salida seguido por Wen Xu y Xue Yang. Se dirigieron a la habitación del Primer Jade con un niño sollozando a cuestas, Fengmian tuvo la intención de seguirlos pero cuando un discípulo apareció totalmente agitado supo que estaba totalmente jodido.

—¡Líder de secta, líder de secta! ¡La señora está en la entrada! ¡Madam Yu ha llegado!

Oh, no. . . Hermano, nos cayó la ley.