Habits - Jikook

IV

Eso había hecho, le había escrito la noche anterior, y parte de él hubiera deseado el no haberlo hecho, y sabía que borrando los mensajes no quedaba del todo libre de pecado.

— ¿En qué momento lo hiciste? — Preguntó Taehyung emocionado refiriéndose al acto de enviar esos mensajes.

— No lo sé — Respondió Jimin revisando todo su celular en caso de que la hubiera cagado aún peor — Lo bueno es que no lo vió.

— ¿Revisaste su última conexión en Instagram? — Indagó Yoongi pegándose cerca del castaño.

— Lo hice, no hay chance de que lo haya visto.

— Vaya Jimin, quien diría que por una noche juntaste las pelotas necesarias para hablarle a Jeon — Se burló Tae — Lastima que fue años más tarde y que ya borraste los mensajes para que no los vea, pero aún así cuenta.

— Realmente espero que haya visto aunque sea la notificación — Dijo Yoongi — Después de lo de anoche quedé molesto con Yugyeom, no lo merece.

— Si bueno, yo no voy a ir por Jeon si eso es lo que estas pensando — Contestó el castaño levantándose del sillón y dirigiéndose a su habitación para luego encerrarse en ella.

— ¡Eso decís ahora pero apuesto a que si te da bola todo eso va a cambiar! — Gritó Yoongi para terminar con esa charla.

••••••

El plan entre los novios era ir a almorzar después de clases ya que la noche anterior no había sido gran cosa.

¿Yugyeom sabía que Jungkook había visto a Kim y Park? Por supuesto que no, la versión que había dado era que Yoongi se tomó un taxi y listo. No era de mentir, pero en ese momento, lo requería. Aunque también se podía conocer como ocultar la verdad, cambiarla un poco, omitirla si es que podía traer problemas.

Esa mañana también omitió algo, y era que en su celular había una notificación de seguimiento de Park en Instagram, y una solicitud de mensaje de él mismo, aunque cuando entró al chat, ese mensaje se esfumó, claro estaba que el que lo envió lo había borrado, la pregunta era...¿por qué lo hizo?

Si había algo de lo que estaba seguro era que Yoongi le había dicho que sus amigos iban a ir al cumpleaños de Jisoo, por lo cual el pelinegro suponía que en la fiesta iba a poder preguntarle a Jimin que era su mensaje, eso sí es que conseguía estar cinco minutos lejos de su novio, porque de otra forma ahí si habría problemas.

Estaba ansioso, parte de él no entendía muy bien el motivo, pero saber que el fin de semana se venía algo interesante lograba que su rostro cambiara al cien por ciento. Estaba ansioso.

Luego de clases se dirigió hacia la salida de su universidad, y tal como había quedado, ahí se encontraba Yugyeom. Iban a la misma universidad, pero ese día su novio salió antes de clases, lo cual era algo que envidiar, ya que si propia clase se demoró un poco y estaba un tanto cansado.

— Hola bebé — Lo saludó Yugyeom apoyado sobre su auto.

— Hola — Contestó Jungkook dejando sus cosas en la parte trasera del vehículo y dándole un beso corto — ¿Vamos?

Si decir palabra alguna, Kim se adentró en su coche, y el pelinegro también lo hizo por el lado del copiloto. El auto arrancó y se dirigió hacia donde iban a almorzar.

Minutos más tarde se encontraban ingresando en un restaurante que le encantaba a Jungkook, claro estaba que iban a ir a ese y para su suerte, no estaba tan lleno como esperaban.

— Te dije que siendo día de semana no iba a estar lleno — Dijo Yugyeom leyendo el menú.

El pelinegro sonrió y dirigió su mirada también a la carta — Supongo que tenías razón.

— ¿Ya sabes que vas a pedir?

— Aún no — Negó — Podría pedir esa pasta con pollo, salsa y no se que más.

— Yo creo que voy a pedir un bife de chorizo con papas fritas — Comentó Kim — ¿Y cuál es tu otra opción?

— Una ensalada — Respondió el pelinegro tomando un sorbo el vaso de agua que le había dejado previamente la mesera.

— ¿Desde cuándo elegis ensalada por sobre la pasta? — Preguntó su novio tras dar una pequeña risa.

— Supongo que tengo que hacer dieta tras lo que dijo Lisa anoche — Contestó.

Nuevamente su novio rió, causando que algo dentro del pelinegro quisiera levantarse e irse, pero antes de amargarse, Yugyeom se adelantó.

— Amor, es Lisa, sabes que nunca tenes que tomarte a pecho las cosas que dice, estás bien, muy atractivo si te interesa mi opinión.

— Opinión de novio, no de alguien fuera de la relación — Lo frenó.

— Bebé, podrías preguntarle a cualquiera y todos te dirían lo mismo, estás bien, no necesitas hacer dieta.

Tal vez tenía razón, tal vez no, pero el comentario de Lisa aún seguía en su cabeza, y eso era algo que lo traía irritado desde la noche anterior. Aunque de todas maneras pidió esa pasta que tanto le gustaba, porque tampoco quería empezar ese juego del que sabía que no iba a poder salir.