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Todo quedó en silencioso que me gustaría decir que no pero demasiado incómodo.
— hola — saludo tratando de sonreír.
— ¿tu? — fruncí el ceño viéndolo
El?
— Samantha escucha yo — titubeó al hablar
¿Que es lo que hacía aquí, ahora?
— pasa — se adentró observando todo a su paso — ¿que haces aquí?— miré a su nadie había visto nada, entre y giré a verlo
No podía ponerme en riesgo solo por responder una visita de "Tom Holland"
— Samantha quiero arreglar las cosas yo- a linda casa por cierto — expresaba mientras realizaba algún movimiento con sus manos
Reí sarcásticamente — enserio vienes aquí apareces de la nada y me dices que quieres arreglar las cosas Thomas ¿Que es lo que pasa contigo? — me sentía tan exaltada, pero tenía que mantener la calma, los niños llegarían en cualquier momento.
— se que estuve mal pero Sam yo quiero que lo solucionemos — dijo viéndome insistente
— ¿quieres arreglar esto después de 4 años? — pregunté frunciendo el ceño nuevamente
— hablemos — insistió con la voz temblorosa
— ¡¿hablemos?! no Thomas.
— Samantha por favor — pidió, parecía arrepentido.
— por favor nada, que es lo que te pasa ¡te busqué sabes lo hice estaba tan asustada y tú solo me dejaste sola! — exclamé, en verdad había estado guardando me esto por todo este tiempo.
— y no sabes cuánto me arrepiento, era muy joven Samantha — dijo con la voz temblorosa
— pero ¿de qué vale tu arrepentimiento ahora?— cuestioné molesta
El creía que era grato para mí que aparezca de la noche a la mañana frente a la puerta de mi casa. Simplemente decidió que era mejor volver y lo perdonaría fácilmente.
— arreglemos todo sam si hagámoslo — habló decidido
Si, claro, eso suena muy facil Holland.
— yo... no lo sé Thomas — dije con la voz apenas audible
— por favor permíteme arreglar las cosas lamento haberte dejado sola se que en lugar de irme debí estar ahí para ti y enserio me arrepiento tanto — sus ojos se tornaron rojos y lágrimas caían por sus mejillas.
— no sabes lo asustada que estaba, pensé que lo haríamos juntos que dirías que todo estaría bien pero no fue así! — solté un sollozo de impotencia.