Hyacinthus

Capitulo Uno

Desde el centro del pueblo hasta las zonas más oscuras se podía escuchar entre los murmullos el anunció del nacimiento de "Hoseok" hijo de Amiclas el rey de Esparta. Muchos alegaban la alegría que se podía ver en el rey y su esposa por el nacimiento de un niño de extrema hermosura, otros decían que era imposible que un bebé fuera tan bello, tal vez tuvieron algún lazo con los Dioses, mientras que las miradas cargadas de odio y envidia no faltaban ante el nacimiento de este ser de luz.

Tantos fueron los murmullos y comentarios que llegaron hasta los oídos de los Dioses del Olimpo generando curiosidad sobre aquel "pequeño perfecto", tanta fue su curiosidad que llamaron a una reunión para presenciar en "persona"de aquel pequeño ser que ahora era apodado "El sol naciente" por los pueblerinos.

Cuando todos estuvieron al rededor del gran pozo, en el cual bellos peces de colores brillantes nadaban, Zeus se levantó de su trono y con el susurró de unas palabras el movimiento del agua aumento y paso de ser cristalina a mostrar una pequeña cuna de madera con el sol tallado en uno de los respaldos, la imagen se ampliaba y se acercaba más a la pequeña criatura dentro de ella.
Todos posaron sus miradas en el retoño que estaba allí acostado mirando hacia arriba como se movían las pequeñas piezas de madera con forma animal que giraban por el movimiento del viento, provocando pequeñas sonrisas en el rostro de Hoseok, era un pequeño de cabellos ondulados color azabache, ojos grandes rasgados y unos labios con forma de corazón.

Estaban tan absortos admirando al pequeño que no notarán la entrada de un pequeño niño, Taehyung entró de manera silenciosa y se posicionó detrás de las imponentes piernas de su padre para observar lo que veían en el pozo.

—Flor, florecita—. Empezó a murmurar mientras en su rostro se formaba una sonrisa cuadrada y sus ojos un poco cubiertos por sus ondulados cabellos eran abiertos de sobre manera.

Zeus escuchó la voz de su retoño y bajo la mirada. —¿Cómo dices hijo?

—Una flor, padre.— respondió sin apartar su mirada.

—Es un niño, Taehyung.— Afrodita le dijo mirando interesada al pequeño y su reacción ante Hoseok.

—Deja al niño que juegue con su imaginación.—reprendió Hermes.

—Ese niño con extrema belleza solo traerá disputas y tragedias.— alegó Hades mientras se acomodaba en su asiento.

De repente todas las miradas atravesaron a Hades.

—¿Por qué lo dices?

Rodando sus ojos hasta ponerlos en blanco se explayó.—¿Acaso no ven la luz que irradia? ¿Y lo bello que es? Los seres humanos son vanidosos, egoístas y envidiosos, solo buscarán tenerlo para ellos o en los peores casos eliminarlo en lugar de apreciarlo.

—¿No crees que estás siendo dramático Hades?—. Interrogó Zeus mientras acomodaba los cabellos revueltos de Taehyung quien se encontraba sin prestar atención a la charla.— Tal vez cuando crezca su belleza disminuya y todo termine como si nada.

—Yo coincido con Hades, ¿Acaso no ves como irradia luz?—. Alegó Afrodita, mientras los demás Dioses se encontraban alejados de la charla.

—¿Tú podrías hablar con Las Moiras y saber que le depara para su futuro?

—Tengo mejores cosas que hacer Zeus, más que prestarle atención a un niño insignificante.

—Pues no lo parece, porque estás aquí para verlo.

—Todo por pura curiosidad, nada más—. Fue lo último que dijo antes de levantarse y marcharse alegando que tenía almas que recibir.

—La curiosidad mato al gato, Hades.

—¿Un gato? ¿Dónde?—. Preguntó Taehyung quién no apartaba la mirada de la fuente.

—Es solo una expresión, bueno, me retiro esperemos que tengas razón Zeus—. Comentó Afrodita para luego retirarse seguida por los demás Dioses.

En aquella sala solo quedaron Zeus y su hijo mirando la fuente, apreciando como ante sus ojos la imagen del niño iba desapareciendo y solo quedaban los peces allí dentro.

—¿Flor?

—Está en su casa, Taehyung, vamos no hay nada más que hacer.

—¿Puedo ir a visitar a la Flor, padre?

—No, hijo, eres muy pequeño aún. Tal vez luego.

Y con eso dio por finalizada la charla para tomar a su hijo entre sus brazos y sacarlo de la sala. Esa fue la primera vez que el Dios Taehyung vería al pequeño "Sol naciente" sin saber que jamás olvidaría a aquel pequeño de sonrisa en forma de corazón.
Hyacinthus
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