Capitulo Siete

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En el castillo Hoseok se encontraba discutiendo con su madre.

—No me casaré con él madre, es mi última palabra.— exclamó mientras miraba su desayuno con repulsión.

Su madre solo suspiro, no quería que su hijo repitiera su historia si bien ahora ama a su esposo, haberse casado con un desconocido fue casi un infierno los primeros tiempos, pero ahora temía por la vida de su pequeño.

—No te voy a obligar cariño, solo date la oportunidad de conocerlo y si no quieres pues lo rechazaremos como los demás.

—Pero mamá...

—Sin peros Jung Hoseok.— interrumpió su padre— Haz lo que dice tu madre, solo quiere lo mejor para ti.

El príncipe solo suspiro sería en vano discutir con ellos, solo recibiría al príncipe del pueblo vecino para luego rechazarlo como lo había hecho con Céfiro el príncipe que se presentó un día atrás.

— Solo espero que no sea como el príncipe anterior y entienda un no rápidamente.

— Lamentamos eso hijo, no sabíamos que sería así de insistente— dijo su madre mientras tomaba la mano de su niño.— Solo queremos lo mejor para ti, cariño.

—Yo lo sé mamá, pero no creo que...— no pudo continuar debido a la interrupción del general SeokJin.

—Disculpen la interrupción su majestad, pero el rey del pueblo vecino y su hermano acaban de llegar.

—Muchas gracias SeokJin, te puedes retirar.— dijo la reina.

El general solo dio una reverencia para retirarse siendo seguido por sus hombres.

—Solo dale una oportunidad, cielo.— dijo su padre levantándose para ir a recibirlos.

Suspiro y bajo su mirada hacia el plato que se encontraban delante de él, ni siquiera podía pensar en otra cosa que no sea Taehyung y en cuanto lo extraño.

—Buenos días, alteza, soy Taehyung.— Esa voz, es voz la conocía muy bien.

Levanto su rostro para encontrarse con la sonrisa cuadrada y a ojos cerrados de su amado, seguía en shock. ¿Por qué nunca le dijo que era un príncipe?

—Buenos días, príncipe, su alteza.— respondió su madre y luego codeo a Hoseok para que devolviera el saludo.

—Buenos días, soy Hoseok.— respondió sin salir de su confusión.

—Un gusto príncipe, debo admitir que mi hermano no mentía cuando dijo que eres hermoso.— aquel preciado comentario hizo que Hoseok se pusiera rojo como de costumbre aumentando el ego de Taehyung.

—Gracias—. Tartamudeo como respuesta.

—Hijo termina el desayuno y enséñale el castillo mientras nosotros hablamos con su hermano.— le dijo su madre.

—Ya terminé, le puedo enseñar si quiere el castillo.— respondió de manera rápida.

—Está bien, acompañe a mi hijo por favor.—Indicó la reina mientras Hoseok se paraba y se colocaba al lado de Taehyung.

—Por aquí por favor.— Lo llevo al único lugar en donde podían encontrar paz para conversar, su jardín.

El transcurso era en silencio, Hoseok caminaba con la mirada en el suelo mientras que Taehyung no quitaba sus ojos sobre él.

De repente Jimin se posicionó detrás de Hoseok y le susurro algo que el dios no puedo escuchar.

— Por favor Jiminnie, te lo agradecería.

Jimin se alejó del jardín para luego cerrar la gran puerta que daba a la entrada del castillo.

Hoseok se sentó entre las margaritas ya marchitadas y solo miro a Taehyung esperando las respuestas de todas sus dudas.

Este no podía quitar esa tonta sonrisa de su rostro, ver a Hoseok entre las flores era el paraíso.

—¿Por qué no me dijiste que eras un príncipe?— Hoseok lo quito de su ensoñación.

—Porque no lo soy, amor, pero por ti soy capaz de crear un reino entero.

Los ojos del humano se llenaron de lágrimas haciendo que rápidamente el dios se agachara a abrazarlo.

—No llores, cariño.

Hoseok se aferró al cuerpo del más grande y empezó a sollozar mientras que con sus lágrimas manchaba el traje de su pareja.

—Te extrañé mucho, creí que ya no me amabas.

Esas palabras colisionaron en el pecho de Taehyung haciendo que esté lo abrace aún más fuerte.

—Jamás te dejaría de amar, lo hago desde que tengo memoria y es todo lo que conozco.

Aún sobre el pecho del dios hablo.
— Tenía miedo de no volverte a ver, hace unos días llegó un príncipe que insistía en casarse conmigo y mis padres estaban cerca de aceptar, no te imaginas el miedo que tenía. Tenía miedo de no verte más, que solo te hubieras enterado de mi casamiento y que pensaras que había dejado de amarte.

A Taehyung le dolía cada palabra de Hoseok, podía sentir como recorría el miedo de su pareja por cada poro de su ser e hizo lo único que por su mente rondaba en ese momento. Levanto el rostro de Hoseok tomándolo de su mandíbula suavemente mientras que la otra mano la apoyaba en la espalda baja del más joven, acercó su rostro mientras ambos se miraban intensamente, los ojos del humano brillaban aún más por las lágrimas.
Luego sus labios se encontraban unidos, iniciando un vaivén suave que para nada pasaba de ser un beso dulce y tierno, la inexperiencia de ambos hacía que este beso sea un poco torpe, pero aun así muy cargado de todo lo que quería transmitir.

Sin darse cuentas las flores marchitadas empezaron a tomar su color natural, vibrante y lleno de vida, su aroma empezó a aumentar mezclándose entre sí, pero el olor del jazmín sobresalía a comparación de los demás.

Hyacinthus
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