Capítulo 4

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PETER

Fenicio me despertó golpeando mi puerta cincuenta millones de veces aproximadamente y con mal humor le abrí. Él entró y se sentó en el sillón cruzandose de piernas.
-¿Podríamos empezar con la acción, no?-me miró ansioso y sonrió- digo con nuestro plan..
-Ya se que es un día perfecto.. Pero.. Mi hermano esta en desventaja, no quiero que le pase algo más por querer seguirme el rastro..-le respondí cansado y Fenicio entró a reírse.
-¿Es eso o te estas echando atrás por lo buena que esta tu sobrina?
-No es eso.. Solo que.. Imagina que todo salga como se nos ocurrió.. Va a querer seguirnos y recién va a estar algo mejor que ayer, no quiero que se caiga al suelo o algo.. No soy tan malo como para jugar con la salud de alguien..-le dije sincero y Fenicio bufó.
-Solo es seguir con el plan.. No se porque te cuesta tanto dar el OK..¡estamos perdiendo tiempo!-Fenicio insistió y yo me puse de pie.
-Tenes razón.. Pero por hoy vamos a tratar de que todo sea con más calma y que no se de cuenta hasta mañana..-le pedí y él asintió.
-¡Entonces vamos!-Fenicio se paró y yo suspiré.
Me vestí para la ocasión, sencillo y liviano para concretar sin problemas mi plan.
Me subí al auto acompañado de mi amigo y manejé hasta la casa, me quedé esperando afuera a unas dos cuadras de distancia y bajé.
-Vamos..-le dije a Fenicio que me siguió hasta cruzar el jardín de la parte de atrás donde se quedó escondido- vos avisame si hay complicaciones...
Corrí la puerta del patio trasero, di un par de pasos hasta que vi la escalera de la entrada principal y subí sin saber a donde iba.
Estaba buscando a mi objetivo pero fue más fácil de lo que creía, escuché la música salir de su habitación y me estremecí al pensar lo que pensaba hacer.
"¡No es tan difícil!" tuve que auto animarme, abrí la puerta.
Ella estaba en pijama sin ningún tipo de maquillaje cantando frente al espejo como suelen hacer los adolescentes y se quedó congelada al verme.
-No escuché el timbre tío... No sabía que ibas a venir..¿quien te abrió?-ella me estudió con la mirada, extrañada, vi inseguridad en sus ojos, se alejó un par de pasos al notar lo que tenía en una de mis manos, ella iba a gritar si no fuera porque le tapé la boca con una de mis manos.
-Lali... ¡Vamonos YA!-le ordené agarrándola junto a mi, ella en silencio angustiada me siguió.
Logré que salga de la casa sin problemas y la subí a mi auto, Fenicio se subió después de nosotros.
-Algo menos..-Fenicio elevó sus cejas al verla a Lali, quien lloraba shockeada.
-Peter por favor decime que esto no es lo que creo...-me miró directamente a los ojos, corrí mi mirada, no iba a arriesgarme a nada, soy un hombre como ella cree que no soy, no pienso ser débil menos con ella.
-ES lo que crees.. Lamento desepcionarte.. ¡Sí! Tus papás tenían razón.. Te estaban cuidando.. ¡De mi!-solté sintiéndome mal, arranqué el motor del auto.
Fenicio le puso un pañuelo en los ojos y yo prendí la radio, no quería escuchar su llanto, sus papás iban a pagar por tanto.

LALI

Las lágrimas se me caían de la decepción, mi tío... Mi único tío, junto a su novio..¿me habían raptado?
¿Tendría que ver el que yo este en el auto siendo llevada a vaya a saber donde algo que ver con lo mal que se lleva con mis papás?
Suspiré y contuve las ganas de llorar. Tenía que ser fuerte, por mis papás.. Por mi.
Sentí que el motor del auto se apagó y Peter me arrastró hasta un lugar.
-¿Ya avisaste que la vigilen, no?-le dijo él a su novio.
-Claro.. Todo el tiempo van a estar con ella... Van a cumplir con todo lo que necesite..
-¿Escuchaste Lali? No soy tan desalmado como debes creer que soy...-me respondió cortante y sentí el miedo que me agarró al verlo con una pistola en la mano en mi habitación.
Me puse a temblar y él me agarró los dos brazos.
-Camina Lali... Seguime...-ordenó y le hice caso, al llegar me sacó el pañuelo de los ojos y me quedé maravillada.
-¡Wow! No creí que vivías en un lugar así..-le dije sorprendida, olvidando por un momento el porque estaba con él en ese lugar- solo... Es raro..
Él hizo como que no me escuchó y me soltó.
-Podes hacer lo que se te cante dentro de mi casa Lali.. Solo no podes irte y dudo que puedas hacerlo.. Hay cámaras de seguridad por todos lados, tengo vigilancia y.. Solo vas a estar sola por mi casa si yo te llamo para algo.. Va a ser así hasta que... La verdad no lo se...-Peter me dijo serio y suspiré.
¿Donde estaba metida y porque?
Traté de calmarme porque seguía temblando y demostrándole miedo no iba a llegar a ninguna parte.
-Necesito cambiarme... No voy a caminar por esta casa así..-le pedí señalándome, él se atrevió a mirarme y suspiró.
-Hay ropa en tu habitación.. Todo esta ahí..¿si? Solo... Solo pedí lo que necesites.. Yo tengo que hacer otras cosas..-él se fue dejándome sola.

PETER

Cerré los puños de mis manos con fuerza y mis ojos se llenaron de lágrimas, enserio no quería meterla en esto, ella no se lo merecía, ella era solo una adolescente que quería conocerme y confiaba en mi, y yo la decepcioné.
Me lavé la cara para despejar mis pensamientos y la imaginé a ella llorando, se me hizo esa imagen mental porque escuché su llanto ella en todo el viaje en auto, trató de no emitir sonido, pero la oí igual, la culpa me estaba invadiendo.
Caminé hasta la puerta de la habitación y me arrepentí de haber llegado hasta allá, de pronto se abrió sola porque estaba mal cerrada y la vi de espaldas.
Era tan linda, tan joven, tan natural, tan ángelada que me dio pena estar espiándola tan vulnerable.
Ella se terminó de poner la camisa rosa bebé cuando se dio cuenta de mi presencia y su cara se transformo en una de pánico.
-Yo... No se cuales son tus intenciones con todo esto.. Solo.. No te entiendo, me secuestras de mi casa bajo presión.. Me traes a tu casa o mejor dicho mansión a esperar a vaya a saber que... Y... No se porque haces todo esto...-me dijo indignada y se acercó a mi agarrándome del cuello de mi camisa.
Miré a mi costado porque la sentía bastante cerca y ella me soltó largándose a llorar de nuevo.
-Peter basta... No se porque me haces esto... Confié en vos.. Mi papá sufrió de un pre infarto y debe estar buscándome a lo mejor se altera y.. Y mamá... No entiendo porque me haces esto..-me dijo ahora llorando, estaba sentada en el suelo junto a la cama abrazándose las piernas.
-Lali.. No te estoy haciendo nada.. No soy un desubicado ni nada por el estilo.. Sigo siendo tu tío Peter.. Perdón.. Sé que te asusté hoy.. Pero tengo motivos para hacer lo que hago.. Y si te conocí antes de todo esto no fue porque quería ganarme tu confianza, todo pudo ser más fácil, pero no me atreví a tanto, enserio quería conocerte, conocer a...-hice una pausa- mi sobrina, en fin, nada de lo que te dije no es real.. Todo es cierto..-solté para hacerla sentir algo mejor y ella se alejó de mi.
Le corrí los brazos de sus piernas y la acuné junto a mi.
Ella quería separarse y yo solo la sostenía entre mis brazos.
La solté porque no tenía derecho a querer retenerla. Pero abrazarla me hacía tan bien que me daba miedo.
Una imagen de ella de espaldas se me vino a la cabeza y contuve la respiración para no suspirar por eso.
Crucé mi mirado con la de ella y me maldije.
Ella se lanzó a mi boca con desesperación y cerró los ojos.
Me abrazó pasando sus brazos por mi cuello besándome con desesperación y hambre, mis labios y yo le correspondimos sin pensar en nada.
Ella se separó al ser consiente de su acción, se puso rosa y otra vez se puso a temblar.
Yo le acaricié la cara con una de mis manos y me volvió a mirar extrañada.
-Enserio sos un misterio Peter Lanzani... No te entiendo.. Y mira que conocí a personas raras pero.. Siento que queres ser malo y no podes... Sos Lanzani, justamente y no esta en tu naturaleza serlo..-me dijo clavandome su mirada.
Yo traté de evitarla pero me era imposible, estábamos muy cerca como para no mirarnos.
Si ella supiera que justamente ser Lanzani era ser de lo peor del mundo, tener en la naturaleza tanto odio y maldad encima.
Me dio ternura que no tuviera idea de nada.
-Sos tan nena..-le dije divertido, en realidad medio con ironía, ella sacó su mano de mi cara.
-No soy una nena...-me respondió seria y me acarició el pelo- te lo demostré antes y seguís viéndome como si fuera una bola de cristal..
Y ahí entendí porque me había besado, porque necesitaba mostrarme que era mujer, que era fuerte y que no me haría todo fácil, sin quererlo ella había descubierto que sí le correspondía como cualquier hombre lo haría ante una mujer, y eso era un peligro, debía poner más distancia.
Ella volvió a besarme a modo de prueba y quise resistirme pero respondí cuando me mordió los labios con suavidad, la abracé por la cintura y se la acaricié al tiempo en el que buscaba sus labios con los míos, besé su cuello con cuidado, y después volví a boca, la de ella no que no quería separarse de la mía, eran como dos imanes, y eso es preocupante.
Lali  agarró mi cara en sus manos, rozó mi nariz con la suya experimentando esa sensación y la piel se me puso de gallina.
Ella corrió su pelo ahora despeinado de su cara porque nos habíamos dejado llevar algo para descubrirnos, me dio un beso corto y con nerviosa apoyó su cara en mi hombro. Mi mano seguía en su cintura por lo que me sorprendí de nuevo del poder que ella tenía sobre mi y la solté.
"¡NO!" Lali estaba equivocada, no podía seducirme a mi, no podía poderme, no tenía derecho a usar su poder.
Me levanté bruscamente como si me hubieran dado un choque eléctrico y ella me miró extrañada.
-Tengo cosas que hacer... No vuelvas a hacer lo que hiciste.. Estoy felizmente enamorado..-le dije tratando de sonar convincente, se me formó un nudo en la garganta.
Sus ojos que siempre habían estado iluminados, aún después de haberla secuestrado seguían teniendo luz, hasta ahora que los vi volverse oscuros, de pronto se apagaron y el brillo se fue.
Cerré la puerta de su habitación y suspiré, ella era un error, era un error que tenga que ser ella quien esté en este lugar, ella era el error más grande que se me había cruzado en un lugar de música y baile, el error más puramente bueno y opuesto a mi que puede haber.

Nada es lo que pareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora