Capítulo 10: El final

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PETER

Todo cambió en mi vida cuando la vi a mi pequeña mujer con la nueva pequeña, mi pequeña, mi bebita rosadita y hermosa, Allegra fue el nombre que no dudamos en ponerle, paz, paz sentía cada vez que me acercaba a la cuna y se reía celebrando mi presencia, era tan chiquita, delicada, dulce, cada día que pasaba iba enamorándome más, no solo de mi princesita, de su mamá.
Lali la carga entre sus brazos y camina por toda la habitación mientras le canta, sí, su voz es tan suave, angelical, y obviamente nuestra hija no tarda mucho en dormirse, después la deja entre mis brazos y me quedo observándola como si fuera otra de las maravillas del mundo, por lo menos lo es del mío.
-¿Seguro queres tener una cita conmigo?-dudé mirándola a los ojos- sé que morís por quedarte acá los tres juntitos en la cama...
-Mamá y papá tienen que llegar a su segunda cita, no llegaron ni a la primera real que Allegra ya estaba en mi panza-me sonrió y se rió, estaba molestándome.
Su papá Emilia llegó junto a mi hermana para cuidar a nuestra hija.
-No pienso decir algo como "tengan cuidado" ya se mandaron la cagada-Nicolás nos fulminó con la mirada.
-La cagada en cualquier momento va a pegar el grito al despertarse y va a decirte a su manera "¡hola!"-Emilia le respondió con ironía- todo bien, hagan la suya..
-Sos demasiada relajada con ellos..-Nicolás la codeó para tratar de hacerla entender en "razón".
-Vos mismo lo dijiste, la cagada ya existe-ella se le rió en la cara y lo besó.
-Dejen de llamar a su nieta cagada-Lali saltó a la defensiva- cualquier cosa nos llaman
-¡Disfruten! Vamos a estar bien-Emilia soltó un suspiro.
-Hoy sale pijama party para cuidar que todo esté bien-Eugenia elevó sus cejas sonriéndonos.

Caminamos un par de cuadras y llegamos a un restaurante, pero no nos quedamos ahí, subimos a la terraza, había algo de viento, pero igualmente era un clima lindo, yo estaba nervioso, había tratado de no demostrarlo a lo largo de todo el día, cuando llegó la comida hice un esfuerzo sobrehumano para que baje por mi garganta, más tarde trajeron el postre, la noche estaba llegando a su "fin" bueno, nuestra cita en el restaurante.
Lali estaba terminándose el tiramisú ella sola cuando chasqueé mis dedos frente a su cara, le mostré un anillo, ella se quedó desconcertada.
-¿Qué?-se quedó estática- todavía no me puedo casar...-se puso nerviosa- Peter recién aprendí a cambiar pañales, y hay miles de cosas que quiero hacer antes de...
-Shhh-puse mi otra mano sobre su boca- no ahora boba, sé que es apresurado, y que nuestra historia dio muchas vueltas, pero vos... Me devolviste la esperanza, volví a sentir que quería cuidar a otra persona que no sea mi hermana.. Despertaste a mis sentimientos dormidos, y lograste que viera todo con más claridad, dejé de pensar en mi mismo, en el pasado y avanzar hacia el futuro.. Y no es para ahora, es otro compromiso más que quiero asumir, para siempre.. Y para el futuro... No pretendo que sea ahora, solo.. Vos.. Yo..
Sus ojitos se pusieron brillosos, se le formó un puchero, quería besarla, pero antes quería escuchar su respuesta, aunque al mismo tiempo sentía miedo, pocas veces tuve miedo en mi vida, la última vez que experimenté eso fue cuando Allegra se tardó bastante para venir a este mundo.

LALI

Y la verdad es que no hay nada normal en como nos conocimos con Peter, todo mal, pasó todo al revés, pero sí, él aprendió de mi, y yo también aprendí de él, se puede volver a dar segundas oportunidades, mis personas más queridas se la dieron, y todo ese amor que no se habían dado por años se multiplicó más cuando nació Allegra, se reencontraron como hermanos, se compartían consejos, se contaban chistes, jugaban con la más chiquita de nuestro clan.
Años más tarde, después de haber estudiado baile en el teatro Colón, conseguí mi primer papel como solista, ese día rompí en llanto de la emoción, ahí estaba mi familia, en primera fila, aplaudiéndome, sonriéndome, Allegra saludándome con la mano y lanzándome besitos.
Tras las bambalinas me encontré con Peter, me trajo un ramo de flores.
-¿Te dije ya que sos hipnótica bailando?-elevó sus cejas y me hizo reír, lo besé dulcemente hasta que mi hija caminó hasta abrazar mis piernas, la cargué entre mis brazos y llené de besos su cara.
Al salir al exterior volteé para mirar al lugar al que siempre soñé llegar, el teatro estaba todo iluminado, resaltaba con la oscuridad de la noche, atrás mi estaba mi papá, también estaba mi amor Peter, ambos sosteniendo a mi otro amor Allegra de sus manitos, prestando atención a que no se tropezara o cometa una travesura, mi mamá y Eugenia me atraparon mirándolos, ambas me sonrieron, cada una me tomó por el brazo para caminar juntitas, toda la vida soñé con esto, soñé con la paz, soñé con la tranquilidad, soñé con el respeto, todo eso en una familia que para mi desde el principio siempre estuvo incompleta, pero ya no más, seguimos aprendiendo a relacionarnos pero tratando de hacerlo desde el amor, aunque a veces haya ciertas discusión, antes de seguir envolviéndonos en eso de lo cual cuesta salir tomamos un respiro profundo, y nuestra "banderita" blanca hace acto de presencia, la que es la luz que nos alumbra a todos se encarga de hacernos dar cuenta de que estamos equivocados, de que queremos apreciarnos, no despreciarnos.

Un respiro y...

Allegra ahora camina al lado de Eugenia que la sostiene de la mano, llegaron al altar donde la estábamos esperando, minutos antes mi hija se había puesto los dos anillos, se los tuvimos que sacar, se puso a llorar haciendo un escándalo en el medio del casamiento, mi casamiento, mi casamiento con Peter, el día finalmente llegó.
-¿Sabías que te amo?-me sonrió cuando se dio la oportunidad de inaugurar la pista de baile.
No pude evitar sonreír.
-Y pensar que cuando a penas nos conocimos te costaba demostrarme un poquito de cariño...-elevé mis cejas, ambos nos reímos- yo también te amo-lo besé reiteradas veces-¡ahora quiero ver tus pasos de baile! No te estuve enseñando por horas algunos pasos como para que no le muestres al mundo tu nuevo talento..
Se intimidó, pero igualmente me dio el gusto, bailo conmigo, y tuve un deja vú, recordé la primera vez que vi sus hermosos ojos verdes.
Allegra estiró sus brazos para que la cargara y también miré los suyos, igual a los de su papá, les sonreí agradecida de la vida, agradecida de que todos nos hayamos dado otra oportunidad, otra oportunidad que deja en claro que el amor sí existe, y no solo es algo de películas y libros.
Peter besó mi frente con todo el amor del mundo, después le sonrió a nuestra hija que se rió porque su papá le empezó a hacer caras locas
Sí, el amor existe.

FIN

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Hola! Doy por finalizada esta historia que durante años esperó por un final (literalmente la tenía olvidada, siempre me gusta releer mis disparates de cuando era más chica, pero esta novela en particular nunca más me apareció en el inicio, esta vez la vi y me quedé en shock cuando en el momento más picante me di cuenta de que no la continué, me quedé en el capítulo 6) y bueno, la retomé tratando de escribir lo que en ese entonces me habría gustado escribir, tratando de imitarme a mi misma, y en ese proceso poniéndome nostálgica, recordando cuando escribía los primeros capítulos desde mi NokiaC3 con el teclado en el que había que apretar mil veces para elegir una letra, ¡Qué épocas!😅

¡Gracias por leer siempre y esta locura del pasado! Tal vez más adelante tome alguna de esas ideas de otros escritos olvidados o les de un final (siempre solía no terminar nada), en fin, ¡gracias!

Nada es lo que pareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora