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Parte 16

-Te extraño, Tae.

-Yo más, Fany. 

La pareja suspiraba triste en la llamada telefónica, porque a penas habían formalizado y Taeyeon tuvo que salir de emergencia a un viaje de negocios en Daegu. Por lo que no habían tenido oportunidad para celebrar como querían. 

-Le he dicho a mi hija que finalmente se conocerán en la fiesta.- Tiffany observaba el techo de su alcoba. 

-Tengo miedo de que me rechace. 

-Probablemente te haga cientos de preguntas. Pero, creo que le agradarás eventualmente.

-Yo también tendría muchas preguntas.-se escuchó una voz del otro lado, llamando a la rubia.- Debo irme, pero te enviaré una foto del lugar, es mucho mejor que el de ayer.

-Okay~, estaré esperando.

-No olvides comer a tu hora. 

La pelinegra terminó la llamada con una sonrisa en el rostro, suspiró fuertemente y caminó después a la habitación de su hija, que se encontraba con Minjeong en una prueba de vestidos.

-Ese te queda perfecto, cariño.- Tiffany sonrió con un brillo honesto en sus ojos, le gustaba el buen sentido de moda que le había dado a su hija. 

-Es lo mismo que le he dicho.- Minjeong agregó desesperada por la interminable sesión de cambios.

-Por supuesto que me van a decir que me veo genial, porque son las personas que más me quieren en esta vida, pero necesito más honestidad. Y Giselle no está para darme su opinión.

-¿Dónde está? No la he visto en días, ¿es por su cumpleaños?

-No, está saliendo con alguien, pero parece que a todas las personas a mi alrededor les gusta mantener el misterio conmigo.- Karina puso sus ojos en blanco, para indicar que también estaba indignada con su mejor amiga.

-Bueno, ya no tarden mucho que pronto comeremos.- Tiffany salió de la escena porque no quería más reclamos y regresó a su habitación.

-Minjeong-ah, ¿me ayudas?- Karina mostró su espalda para que la menor bajara el cierre del vestido. Sin embargo, la pelinegra no lo sostuvo a tiempo y se deslizó rápidamente por su cuerpo hasta caer al suelo. La rubia tragó saliva al ver a su novia en ropa interior, aunque fueron segundos, la imagen se quedaría grabada en su mente por el resto del día. Karina rápidamente se cubrió con el mismo vestido.- V-voy a cambiarme, ahora vuelvo. 

Minjeong se quedó en la misma posición sintiendo su cara y manos ardiendo; pensaba en lo mucho que le hubiera encantado tocarla en esos momentos, pero el simple hecho de saber que Tiffany estaba cerca, le asustaba lo suficiente para quitarse la idea de la cabeza. 

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En otra parte de la ciudad, Giselle y Ning tenían una cita también con prueba de vestidos para el cumpleaños de la mayor, quien ya tenía su elección, pero su compañera para nada estaba conforme.

-Unnie, de verdad, esto es muy difícil...- la menor se observaba en los grandes espejos de la tienda de ropa.

Giselle sonrió divertida.- Te ves muy hermosa, te lo aseguro. Pero, si no estás segura todavía, puedes probarte más.

-¿No estás aburrida?

-Para nada, podría verte así muchas horas y nunca me sería suficiente. 

La pelinegra sonrió avergonzada por los halagos de Giselle y volvió su vista hasta el espejo. Cada día que pasaba le gustaba más la presencia de la mayor en su vida, le agradaba en muchos aspectos porque era una persona que la protegía en todo momento, pero también la hacía reír mientras la molestaba. Su voz era hermosa y cuando cantaba se sentía asombrada. Además, para Ning era muy atractivo el que pudiera hablar más de un idioma. Se sentía triste al pensar que pronto se iría unos días al extranjero con su madre y temía que eso se volviera permanente, ya que Giselle lo tenía en sus opciones para su futuro.